La Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta ha culminado la obras de infraestructura de la concentración parcelaria de la localidad de Viñas de Aliste, cuyos vecinos podrán iniciar, a finales de septiembre, la ya próxima sementera viendo cumplido un sueño que ha tardado la friolera de 48 años en hacerse realidad. La entrega de las fincas de remplazo fue un gran logro, sin embargo el final del proceso llega con la culminación de las vías de tránsito que ha traído consigo una nueva red de caminos de 71 kilómetros y 790 metros de recorrido.

Por desgracia muchos de los que entonces iniciaron aquella aventura camino del desarrollo y el progreso para mejorar su calidad de vida ya han fallecido y otros son octogenarios y nonagenarios: “Nos queda la satisfacción de que las puedan disfrutar nuestros hijos y nietos. Por lo menos que sepan donde tienen sus propiedades porque antes casi ya era imposible saberlo”.

El pueblo de Viñas de Aliste que allá por el año 1950 llegó a los 351 habitantes, entonces aún mantenía 278 vecinos. En la actualidad el numero de residentes ha bajado a solo 88.

En plena fiebre de la emigración y el éxodo rural los vecinos de Viñas finalizaron la década de los años sesenta del pasado siglo XX preocupados por su situación como agricultores y ganaderos: muchos optaron por buscarse la vida lejos, otros por quedarse, pero, siendo muy conscientes que vivir del sector agroganadero en el “Rincón de Aliste” era imposible al ser un auténtico reino de los minifundios donde la moderna maquinaria que comenzaba a llegar, tractores y cosechadoras, no podían desarrollar su labor agraria debido a las pequeñas dimensiones de sus fincas.

El día 26 de junio de 1972 tenia entrada en el Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León en Zamora la solicitud de la concentración parcelaria a petición de la mayoría de los propietarios de Viñas de Aliste, respaldada por un informe del alcalde dando veracidad a los datos. Con fecha 8 de enero de 1982 era confeccionado el Informe Previo.

Mediante Decreto fue declarada de “Utilidad Pública y Urgente Ejecución” el 22 de diciembre de 1982. La iniciativa dormía el sueño de los justos durante quince años y el día 20 de agosto de 1997 los propietarios volvían a presentar una nueva solicitud de concentración parcelaria. El 21 de febrero de 2008 la Junta de Castilla y León hacía pública la decisión motivada de no sometimiento al proceso de Impacto Ambiental del Estudio Previo de la concentración parcelaria de Viñas de Aliste. La Junta de Trabajo y la Comisión Local quedaron constituidas el día 13 de febrero de 2008 y el 8 de julio de 2009 el Ayuntamiento optaba por incluir los bienes comunales.

En mayo de 2018 llegaba el definitivo proyecto de infraestructura rural de la concentración parcelaria de Viñas que, redactado por el ingeniero agrónomo José María Cereceda, fijaba el prepuesto base de licitación para su ejecución mediante contrata en 450.385 euros. De esta cantidad 341.331 se iba para la red de caminos, 91.500 para las obras de fábrica 28.975 para entronques y señalización viaria.

Esta “Segunda fase”, que afectaba a un total de 34,47 kilómetros de caminos, salió a contratación en 468.634 euros y se adjudicaron las obras en 290.178,18 a la Unión Temporal de Empresa “ Hispánica de Viales 2011 y Construcciones Hermatinsa” que presentaron una baja del 38,08%. La financiación corrió a cargo, en su 53%, del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural.

En esta segunda fase se construyeron 9 kilómetros y 386 metros de caminos de 5 metros de ancho de rodadura, de los cuales 4.146 metros son estabilizados y 5.242 compactados en tierra. Además se aportó material mejorante en una longitud de 9.836 metros de caminos de 5 metros de anchura que habían sido construidos en la primera fase de las obras. Así mismo se abrieron las cunetas en 15 kilómetros y 242 metros de caminos de 4 metros de ancho que se habían construido en la primera fase. En total se construyeron siete entronques de caminos de concentración con carreteras.

UN TÉRMINO CON 744 HECTÁREAS DE MONTES, 710 DE SECANO Y TAN SOLO 12 DE REGADÍO

La concentración parcelaria de Viña afectó a un total de 1.534 hectáreas de terrenos públicos y privados (comunales) de 8.804 parcelas pertenecientes a 471 propietarios diferentes, que quedaron reducidas a solamente 1.424 fincas de remplazo. Cada propietario paso de tener una media de 18,68 parcelas a sólo 3. La media en superficie de las fincas antes de concentrar era de 17 áreas y 43 centiareas y después concentradas se paso a más de una hectárea cada una.

Viñas cuenta con alrededor de 710 hectáreas de secano, 12.68 de regadío, 244,90 de praderas, 3,30 de frutales, 84.92 de monte alto y 660 de monte bajo, a lo que hay que sumar 130 hectáreas de terrenos improductivos. Dadas las características de sus suelos se aconseja la utilización de “Año y Vez” (cereal/barbecho), siendo los cultivos dominantes la cebada y el trigo y en los terrenos que son de peor calidad, en menor medida, el centeno y la avena.

Entre los bienes de dominio público está el arroyo de “Candaneo” que atraviesa el término de Noroeste a Suroeste, el cual cuenta con una pequeña presa que se emplea apara el riego de la zona de “La Llinarada”. A nivel de interés cultural destacan “El Castro”, “la Almena”, “Valdecastro” y “Peña el Santo”.

En las bases definitivas se exponía que “El previsible efecto de la concentración parcelaria de Viñas sería la mejora de las explotaciones y la infraestructura rural” y se sentenciaba que No parece probable la aparición de nuevos empresarios agrarios ni la creación de nuevas explotaciones. Es muy probable que se produzca el incremento de los contratos de arrendamiento aumentando el tamaño y rentabilidad de las explotaciones contribuyendo a mejorar el nivel de vida de la población”. Los terrenos de titularidad comunal han sido objeto de proceso de concentración con las peculiaridades, a efectos de conservación, de determinados enclaves para mantener su vocación comunal, como ha sido el caso de las lagunas, abrevaderos y praderas, conservando su forma y su estructura”.

Bernardo Casado, alcalde de Viñas, asevera que “la concentración parcelaria ha sido uno de los mayores logros para el nuestro pueblo y para las familias. Antes todos teníamos la propiedad muy repartida en pequeñas parcelas que muchas veces ya no sabías ni cuales eran. Ahora tienes tu terreno junto, sabes cual es donde está y si quieres labrarlo o plantar árboles resulta más viable hacerlo. Además ahora tenemos un red de caminos de categoría”.