El mundo rural se enfrenta a la crisis sanitaria con un confinamiento que se acepta con responsabilidad. "Por el bien de todos tenemos que ser sensatos y quedarnos en casa. Ya tendremos tiempo, cuando todo esto pase, para celebrar ferias y romerías, para rezar y comprar. La salud es lo primero y si no es imprescindible no debemos ni salir de los pueblos, porque debemos salvar nuestras vidas y no poner en peligro las de los demás".

La reflexión de un anciano expresa un sentir que corre de pueblo en pueblo. Aliste, Tábara y Alba fueron pioneros en España de la puesta en marcha de los comedores sociales de la tercera edad y durante años vienen cumpliendo una función social necesaria que desde hoy se convierte en vital e imprescindible para que los ancianos más desvalidos, que viven solos, y puedan cada día disponer de un plato caliente para llevarse a la boca.

El Ayuntamiento de San Vicente de la Cabeza fue pionero en poner en marcha los comedores sociales y ha sido el primero en reaccionar. Desde hoy el reparto de la comida se hará a domicilio a los usuarios de San Vicente de la Cabeza, Palazuelo de las Cuevas y Campogrande. Se mantendrá la cocina abierta en San Vicente. Fernando González Rodríguez, alcalde del Ayuntamiento de San Vicente de la Cabeza muestra su preocupación: "Estamos en una situación muy complicada donde hemos tenido que analizar muchos factores, pero si algo tenemos muy claro es que tenemos personas mayores que necesitan el servicio del comedor social y no podemos, no queremos ni vamos a dejarles solos. Haremos todo lo posible para llevarle la comida".

El Ayuntamiento de Riofrío mantendrá la cocina abierta con dos cocineras en el comedor de Sarracín, -donde los vecinos pasarán a recoger la comida diaria-, y con el vehículo isotermo se repartirá a los usuarios del municipio en Riofrío, Abejera de Tábara y Cabañas; y al otro lado de la Sierra de la Culebra en Ferreras de Arriba y en Otero de Bodas. Germán Matellán Fernández, alcalde del municipio de Riofrío analiza la situación: "No podemos cerrar, tenemos mucha gente mayor, la mayoría son dependientes y no podemos dejarles desamparados".

En Muelas del Pan el viernes pasado fue el último día donde los usuarios acudieron a comer al comedor social. Para evitar riesgos a partir de hoy lunes la cocina seguirá trabajando como hasta ahora y los jubilados deberán acudir por turno, escalonadamente, para no coincidir, a recoger la comida y llevársela a casa. En el caso de Cerezal , -mediante un acuerdo con el Ayuntamiento que preside Luis Alberto Miguel Alonso-, la empresa "De Luz" será la encargada de llevar la comida a los vecinos.

El comedor de Las Figueruelas, con 10 usuarios, todos ellos varones solteros de Figueruela de Arriba, Figueruela de Abajo y Moldones, cerraba su puertas temporalmente el viernes tras una reunión con el alcalde Carlos Pérez Domínguez donde hubo unanimidad en la decisión ante la situación: "Tenemos arcón con reservas y habrá que tirar de compra cuando vengan los vendedores ambulantes". También cerrará su puertas el de Samir de los Caños.

El vacuno es uno de los sectores primarios más importantes de la comarca y la Indicación Geográfica Protegida "Ternera de Aliste a los consumidores. La oficina central ubicada en Fonfría de Aliste cerrara hoy desde su puertas y el Director Gerente Santiago Borrego Ojeda y sus técnicos (veterinarios) realzarán su trabajo desde sus casas.

Roberto Fuentes Gervás, presidente de Ternera de Aliste y ganadero de Carbajales de Alba, anima a sus compañeros a darlo todo por la sociedad en estos momentos tan difíciles: "Los ganaderos, carniceros y técnicos vamos a seguir trabajando para que en los hogares no falte un producto tan esencial como la carne y la leche de vacuno. Sabemos que la alimentación de la población va a ser parte vital y si hace falta trabajaremos las 24 horas del día para garantizar el suministro.Trabajar no nos mete miedo, estamos acostumbrados".

Si algún producto es imprescindible en el medio rural ese es el Pan. Manuel Morán, panadero de Alcañices, nunca antes había visto que las hogazas que hace en su horno de leña se agotasen tan pronto: "Nosotros vamos a seguir trabajando, mientras tengamos harina no faltará el pan". Las panaderías mantendrán su actividad y los panaderos seguirán llevando el pan a los pueblos en aquellos días que tiene preestablecidos como hasta ahora. En algunos casos se hará calle por calle con vistas a que los vecinos no se aglutinen en el mismo lugar a esperar y a comprar y así evitar los posibles contagios.

El otro baluarte de la economía es la ganadería de ovino y los propietarios y pastores vivirán la confinación manteniendo su actividad: "Esta vida no sabe de domingos ni de fiestas, aquí no hay puentes, ni vacaciones, trabajamos los 365 días del año. Las ovejas tienen que comer y tenemos que seguir produciendo leche y corderos, ahora más que nunca: todos, pero muy en particular, la gente que vive en las grandes ciudades se van a dar cuenta que lo que comen se produce en el campo.

Los mayores, con duras experiencias de vida, dan un mensaje de esperanza

Los mayores, con duras experiencias de vida, dan un mensaje de esperanzaEn un momento tan incierto, la producción de alimentos adquiere un valor que el mundo del campo quiere garantizar. Haremos lo posible para que el alimento pueda llegar a sus hogares" afirma un ganadero de Alcorcillo. El productor asegura que "seguiremos con nuestras vidas, pastoreando con las ovejas en el campo, de casa a la nave y de la nave a casa. Ahora tengo que hablar con la cooperativa a ver si se nos seguirán recogiendo los corderos. Aunque menuda faena para todos. Es un problema de agárrate. Uno no sabe que hacer".

Pascuala Bermúdez Ratón, a sus 108 años de edad, -nació en Trabazos el día 28 de agosto de 1911-, es la mujer mas longeva de Aliste, una historia viva que vivió la época de la "gripe española" de 1918: "De niña mi madre no hacía más que recordarnos que moría mucha gente, habría días que en el pueblo se enterraban hasta cinco personas. Después de la Guerra Civil murió mucha gente de tifus, sobre todo gente joven. Con esto del coronavirus hay que tener ánimo porque siempre que ha llovido ha escampado".

También Tomás Castaño Fernández, nacido en 1926, llama a la esperanza tras ser uno de los niños de la guerra: "Entonces apenas había para comer y se crearon las cartillas de racionamiento. Un día me mandó mi padre con la burra a comprar una hogaza de pan de dos kilos a Avelanoso en Portugal y traía tanta hambre que cuando volví a Alcorcillo ya me había comido la mitad yo solo y éramos ocho en casa. Hoy los tiempos han cambiado y aquella hambruna no se va a repetir, porque hay muchísimos alimentos y no van a escasear, pero habrá que colaborar todos y hacer lo que nos aconsejen las autoridades civiles y sanitarias".

El cura Teo Nieto Vicente, residente en San Juan del Rebollar, con 14 parroquias a su cargo pasó de la noche a la mañana de no parar cada domingo y vivir en la carretera de pueblo en pueblo, a estar ayer sentado y un poco fuera de sitio: "La verdad es que la novedad del asunto hace que estemos todos un poco despistados. Estoy dándole vueltas a qué hacer a nivel religioso. Es complicado acompañar pastoralmente a distancia a personas sin acceso a las redes sociales".

El párroco hace su pregunta y da su respuesta: "Qué hacemos ahora que nos piden que no salgamos y que no nos encontremos?. ¿Sería imprudente sugerir que nos dedicásemos a leer, a pensar, a reflexionar, a escribir, a encontrarnos con nosotros mismos, pero no desde el egocentrismo tan cultivado que tenemos de creer que soy una isla en el mundo sino desde la necesidad del verdadero conocimiento de mi persona?: Recomiendo a los creyentes que ese viaje interior lo hagan de la mano de Dios (que es Madre y Padre)".

Nieto incide en que en Aliste las personas mayores tienen una mayor capacidad para afrontar la adversidad y además saben mucho mejor disfrutar del silencio, de la contemplación. Antiguamente las noches alistanas eran muy largas porque no había más entreteniendo que contemplar la lumbre, charlar en tono a ella e incluso rezar el rosario".

Ayer fue un domingo que no recordaban ni los que vivieron y sufrieron la Guerra Civil: las campanas de las iglesias no repicaron, los feligreses no se vistieron de fiesta porque misa no había. Los bares cerrados no acogieron la vieja costumbre de tomar el vermú.

La única misa del arciprestazgo de Aliste y Alba, con 84 parroquias, fue oficiada a las 13.15 horas por el arcipreste Fernando Lorenzo, a puerta cerrada, en el santuario de la Virgen de la Salud, patrona de la comarca. Los feligreses la siguieron por Facebook, no sin problemas, a causa de las deficiente señal de Internet en la mayoría de los pueblos.

El señor Antonio a su 97 años por primera vez en su vida no iba a oir misa, algo que no pasó ni durante la mili en Melilla, ni durante la Guerra Civil, pero allí estaba su nieto Daniel, de apenas 6 años, que dejó de lado por una hora a su inseparable Patrulla Canina para que su abuelo viera y oyera misa.

Otra nota solidaria surgía en las redes sociales con Tomás González Blázquez, licenciado en Medicina por la Universidad de Salamanca y muy conocido en Aliste, se ofrecía a colaborar: "Si alguien no logra ser atendido en el número de información de coronavirus o tiene alguna duda médica pero considera que no debe acudir a centro sanitario que me escriba por privado e intentaré ayudarlo". Un ofrecimiento que fue muy bien acogido por los alistanos.