Ludy Domínguez Méndez es la directora de la Escuela Alistana de Folclore "Manteos y Monteras", promotora del monográfico sobre la Semana Santa de Zamora que se podrá disfrutar el viernes en el teatro Ramos Carrión de la capital a las 20.30 horas.

-La despoblación galopante pone en grave peligro el presente y el futuro de nuestros pueblos ¿Cómo podemos salvar de la extinción las tradiciones mantenidas durante siglos?

-Trasmitiendo todo nuestros rico legado humano, social, cultural y folclórico que hemos heredado de nuestros antepasados a las nuevas generaciones, haciendo que los niños, los adolescentes y los jóvenes, hijos, nietos y bisnietos se sientan identificados con las costumbres y las vivencias de su padres y abuelos, de la tierra que les vio nacer o de donde descienden; que estén orgullosos de Aliste, de sus pueblos y de sus gentes, poniendo en valor lo que tenemos, que para los alistanos y alistanas debe de ser lo mejor porque es lo nuestro. Ser de pueblo, ser de Aliste es tan digno o incluso más que ser natural de una gran ciudad como Madrid o Barcelona. Es obvio que cada vez quedamos menos gente en los pueblos, pero no debemos de rendirnos, la esperanza será lo último que perdamos.

-Del dicho al hecho, dice, y razón no les falta, hay mucho trecho. ¿Puede conseguirse en la práctica lo que es teoría?

-Sin lugar a dudas. Yo trabajaba en Madrid y con 25 años regresé al pueblo y monté mi empresa en Nuez. Ahora tengo una tienda también en Alcañices. No es fácil, pero tampoco imposible, y muestra de ello es el folclore, en los años 70 y 80 del siglo XX estaba en decadencia y resurgió de su cenizas gracias a las escuelas como Aulas de Música de Aliste y Tras Os Montes de Trabazos, el Consorcio de Fomento Musical de Zamora y ahora también nuestra Escuela Alistana de Folclore de "Manteos y Monteras" en Alcañices. Pasamos de no tener folcloristas a contar con gaiteros, dulzaineros y tamborileros en casi todos nuestros pueblos. Entre 1950 y 1990 la indumentaria tradicional alistana dormía el sueño de los justos en los arcones y los baúles, a merced de la polilla, hoy son un bien muy preciado que los alistanos y alistanas lucimos con orgullos en celebraciones y fiestas. Mientas haya vida habrá esperanza para el medio rural y para Aliste.

-La Tierra de Aliste es tierra de Pasión, de una Semana Santa mantenida durante siglos.

-En cualquier pueblo alistano la Semana Santa es una semana de pasión, religiosidad y tradición, con actos el Domingo de Ramos, Jueves Santo, Viernes Santo, Sábado Santo y Domingo de Pascua. Sin lugar a dudas destaca por su importancia la Semana Santa de Bercianos de Aliste, declarada Bien de Interés Cultural y Fiesta de Interés Regional, con sus procesiones más emblemáticas, "La Carrera" de Jueves Santo, con las capas pardas alistanas y el Santo Entierro de Viernes Santo con las mortaja blancas. También Alcañices tiene muchas e importantes procesiones donde participar, entre ellas la del Silencio en la noche Miércoles Santo.

-Aliste identifica la Pasión de Cristo, la muerte y el luto por cualquier vecino o vecina con su más importante prenda.

-La capa parda alistana de honras y respeto fue durante muchos siglos compañera en los entierros de los hombres y mujeres fallecidos en nuestros pueblos, de rigurosos luto por el familiar tras el entierro y de las procesiones de Jueves Santo y Viernes Santo. Es sin lugar a dudas la capa alistana una de las grandes señas de identidad de Aliste y los alistanos y por ello debemos trabajar para preservarla como oro en paño. Es una prenda única en el mundo. El histórico, querido y añorado Juan Gallego Baz, el "Sastre de Bercianos", fue un gran referente y la mayor parte de la capas alistanas que hoy día procesionan en nuestros pueblos y en la Semana Santa de Zamora capital salieron de sus manos y de su saber. En los últimos años tomó el relevo Rafaela Ramos Fernández, de San Vitero, integrante de Manteos y Monteras, y actualmente hay otras mujeres que las elaboran también en pueblos, la mayoría a nivel particular para familiares, como María Magdalena Alonso Garrido de Mahíde, Alcañices, María Pérez Blanco de Bercianos y Florentina López Calvo de Ufones. Tener en casa una capa o un traje tradicional de hombre o mujer es un orgullo para cualquier familia.

-¿Habrá relevo generacional de artesanos propios de la tierra para garantizar su elaboración y la posibilidad de aprender el oficio artesano?

-Así es y de hecho son muchas personas, la mayoría mujeres, pero también algún varón, las que se están formando cada año en los cursos que se imparten en las aulas de "Manteos y Monteras", en Alcañices, y en las de Aulas de Música de Aliste y Tras Os Montes en Trabazos. No solo se trata de aprender a elaborar capas nuevas sino a restaura las más antiguas, así como todas las prendas propias de la indumentaria tradicional alistana de hombre y de mujer, desde manteos a gabachas y monteras.

-¿Cómo surgió y en que consiste el Monográfico de la Semana Santa de Zamora?

-Surge bajo una idea de Víctor Arguello García y, en 2018 y 2019, tuvo lugar en el Santuario Mariano Diocesano de Peregrinación de Nuestra Señora la Virgen de la Salud de Alcañices, con la colaboración de la Junta Pro Semana Santa de Zamora, que llegó con el Barandales, el Merlú y una serie de personajes ataviados con los distintos trajes con los que se procesiona por las calles de la capital zamorana. Fue todo un éxito y ello nos animó a seguir este año. El concierto audiovisual monográfico "Pasión de Zamora" es un montaje musical y literario que gira en torno a la Semana Santa de Zamora, donde el propio espectador podrá escuchar, ver y sentir, todas esas sensaciones que los zamoranos viven a pie de calle cada año. En total participamos 11 personas, 79 entre alumnos y profesores de Manteos y Monteras, más unos 32 músicos de Zamora.

-¿Cuál sería el objetivo de vuestra Pasión en Zamora?

-Mostrar la música como parte esencial que engrandece aún más si cabe los desfiles procesionales con las marchas de procesión más populares, así como la música vocal que acompaña a las hermandades de la capital. Un concierto impulsado por "Manteos y Monteras", bajo la dirección artística y musical de Víctor Argüello García y con la narración de Luis Fernando García Martín, realizado desde el más profundo respeto y cariño hacia la Semana de Pasión y también hacia nuestras ancestrales tradiciones.

-¿Cuáles son los elementos o señas de identidad más importantes de la Semana Santa de la comarca de Aliste?

-La religiosidad y junto a ello, sin lugar a dudas, la capa parda alistana y el canto del miserere. En "Pasión en Zamora" más de 40 niños, jóvenes y adultos formaremos dos coros, uno masculino y otro femenino. Un coro exclusivo de mujeres cantará "La Salve", el himno a la Virgen Madre; y otros formado solo por hombres, alrededor de veinticinco, entonará el miserere la más puro estilo alistano, sentido y sobrecogedor, ataviados con la histórica capa parda alistana. Desde principios de año venimos ensayando para que La Salve, el miserere o Crux Fidelix sean fieles a su sentido y lleguen al corazón de los amantes de la Semana Santa.

-¿Cómo afronta el curso actual la Escuela Alistana de Folclore Manteos y Monteras?

-Con mucha ilusión, pues somos conscientes de la importancia de contar con 132 alumnos desde niños a jubilados, procedentes de 26 localidades diferentes, con un claustro de diez profesores para impartir las asignaturas de danza, canto, pandereta, flauta pastoril, dulzaina, gaita de fole, banda, percusión, batería e indumentaria tradicional. La realidad es que son muchos los niños que se han interesado en aprender.