La dotación de un velatorio en las viejas escuelas de Pereruela, en fase de adecuación, ha levantado la queja de cerca de ochenta personas, residentes o naturales de la localidad, que han remitido un escrito al alcalde del municipio, Jesús Carnero. En el escrito expresan "su desacuerdo" con la implantación del tanatorio "en las escuelas actuales, que se encuentran en un lugar estratégico de reunión de niños y de eventos festivos para el pueblo, pudiendo tener otros lugares diferentes y que no perjudican a tantas personas como el elegido".

El alcalde del municipio, Jesús Carnero, que ayer vivía las condolencias de velar la muerte de un familiar en un velatorio móvil, señalaba que la decisión fue adoptada en Pleno "por mayoría absoluta de los representantes del municipio".

Justificó la elección del emplazamiento en un aula de las viejas escuelas porque "la desafección del edificio por parte del Ministerio de Educación se consiguió con el fin de que fuera utilizado a un bien municipal". También en motivos económicos, ya que, según explicó, "el presupuesto anterior era de 100.000 euros y éste será de 17.000 euros".

El otro aula de las viejas escuelas se destinará a biblioteca municipal. Carnero subraya que de este modo se da utilidad a un edificio que "quedará abandonado de por vida".

El regidor perigüelano se sorprende un tanto porque las quejas tengan lugar ahora cuando se actuación sobre el tanatorio viene desde hace tres años, y reparó en que "este tipo de servicios es algo que viene requiriendo la población". Se trata de un velatorio para un municipio integrado por una decena de poblaciones.

María Jesús de las Heras, es una de las firmantes y afectada por tener la vivienda en las proximidades. Expresa su "descontento e indignación con la instalación del velatorio en las antiguas escuelas, dado que en la zona existen, además de viviendas, un parque infantil, un frontón donde se practica el deporte, esparcimiento y recreo, así como celebraciones festivas del pueblo, hecho que afecta de manera directa a los habitantes del pueblo".

De las Heras señala que "la ubicación elegida para el velatorio no guarda la intimidad requerida para tal fin, ni la sensibilidad adecuada para las personas que han perdido a un ser querido". Pone de manifiesto que "la ubicación de los velatorios preferentemente suele situarse a las afueras del casco urbano".

Subraya De las Heras, que reside en Bilbao "pero regresa a Pereruela siempre que puede en verano, Semana Santa, fines de semana..., "que no se oponen a la instalación de un velatorio en Pereruela", al igual que recalca que "no quiere que se traslade el problema a un lugar que afecte a otros vecinos".

Al respecto, los vecinos consideran que el emplazamiento podría tener lugar "a las afueras" en las cercanías de la iglesia o del cementerio, donde sería posible hallar un terreno "aunque costará algo más de dinero al Ayuntamiento".