“Las mujeres siempre fuimos, somos y seremos parte imprescindible de la vida y de los pueblos del mundo rural”. Esa fue la frase más repetida -y sin lugar a dudas certera-, en la capital de la Tierra de Alba, tomada por las féminas que participaron en el V Encuentro de Aguedas de la Provincia de Zamora promovido por la Diputación Provincial y por el Ayuntamiento de Carbajales de Alba.

La Plaza Mayor de Carbajales de Alba, la más grande de la comarca natural de Aliste, Tábara y Alba en espacio abierto y libre (sin jardines), acogía ayer la mayor concentración de mujeres en toda la historia de la villa. A las 12 de la mañana fueron llegando los distintos grupos de águedas de cada una de las comarcas zamoranas, e incluso uno procedente de Vimioso, en Portugal.

Más de 1.500 mujeres respondían a la cita en un desapacible día de invierno donde lluvia y paraguas multicolores restaron protagonismo y deslucieron la grandeza de la indumentaria tradicional, incluidos los bordados carbajalinos. Los carbajalinos participaron altruistamente en la gran fiesta de la mujer rural, trabajando, pues ellos fueron los encargados de ofrecer el calentito y sabroso chocolate para engañar al hambre mañanero y quitar el frío y la humedad de la larga jornada.

Media hora después las águedas tomaban el “poder municipal” en el balcón de la Casa Consistorial, donde el alcalde Roberto Fuentes Gervás entregaba el bastón de mando a la señora Esperanza Fidalgo Río, nacida el 26 de enero de 1951, en presencia de la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco. Por un día la querida Esperancita, un ejemplo de mujer rural, sencilla y trabajadora, abierta y colaboradora con todos se convertía en alcaldesa.

A la 14 horas se inicio el desfile por la calle Rollo desde la Plaza Mayor hasta la calle Oro para visitar el Taller de Bordados, ahora reconvertido en el Museo del Traje Carbajalino, al que hubo de accederse por turnos dado su limitados espacio.

Tras las exitosas celebraciones del Encuentro de Águedas en Fuentesaúco (2016), Alcañices (2017), Villafáfila (2018) y Tábara (2019), la de Carbajales (2020) se convertía en la más concurrida y muestra de ello es que se inscribieron más de 1.500 águedas a la comida, por lo cual hubo de habilitarse una carpa con capacidad para 500 plazas, dado que el pabellón polideportivo cubierto, solo permitía llegar a las 1.200 como mucho. El menú contó como plato principal con el ancestral plato de origen alistano “arroz a la zamorana”.