San Juan del Rebollar es el caso más significativo del Arciprestazgo de Aliste y Alba con cinco niños y niñas bautizados -no hubo ninguna boda- y sólo dos funerales, lo que da un saldo positivo en cuanto a crecimiento vegetativo de tres personas. San Juan del Rebollar lograba su mayor índice poblacional allá por 1949 con 400 habitantes y aguantó la década de los sesenta el primer embiste del éxodo rural, solo emigraron 40 personas e inició 1970 con 355 residentes. En los años sesenta y setenta emigraron 100 personas. Hasta 2012 se mantuvo con más de 200 habitantes y en 2019 contaba con 169 (99 hombres y 70 mujeres). Se trata de un pueblo con bastantes familias (matrimonios jóvenes) y es de los pocos que aún mantienen su escuela abierta.

En el municipio de San Vitero (San Juan, El Poyo, San Cristóbal y Villarino Cebal) cuenta actualmente con 516 empadronados (287 hombres y 229 mujeres), en lo que va de siglo XXI se registraron un total 29 nacimientos y 182 fallecimientos (-152). La infancia (con solo 17 niños menores de diez años) es superada con creces por los 81 octogenarios y nonagenarios.

Ribas, un pueblo que alcanzó los 165 habitantes en el año 1960 solo cuenta ahora con 43 habitantes, 22 mujeres y 21 hombres. En su iglesia fueron más los bautizos (dos) que los funerales (uno). En el municipio de Viñas (Ribas, Vega y San Blas) en lo que va de siglo XXI ya han fallecido 77 vecinos y sólo han nacido 7, lo que da un decrecimiento vegetativo de 70 personas. Por edades el bagaje es preocupante: 42 personas superan los ochenta años y sólo 6 tienen menos de diez.

En Lober, aún siendo más los bautizos (dos) que los funerales (uno), la cosa no está ni mucho menos para celebraciones. El pueblo ha pasado de 178 habitantes en 1949 a los 40 de ahora (21 mujeres y 19 varones). Su mayor índice se vivió en 1910 con 187 personas. Pertenece a un municipio, el de Gallegos del Río (Valer, Domez, Flores, Tolilla, Lober y Puercas), con 490 habitantes (272 hombres y 228 mujeres), donde solamente hay ya 2 niños menores de diez años y 110 vecinos que superan la barrera de los 80. En los últimos veinte años solo hubo 11 nacimientos y por el contrario fallecieron 248 personas, con un saldo muy negativo de menos 236, lo que hace tambalearse el padrón.