Cuatro pueblos de la comarca de Aliste: Lober (en el municipio de Gallegos del Río), San Juan del Rebollar (San Vitero), Mellanes (Rabanales) y Ribas (Viñas) celebraron a lo largo de los 365 días del pasado año 2019 más bautizos que entierros.

En unos tiempos donde la despoblación rural galopante amenaza seriamente el futuro de muchos pueblos zamoranos, la estadística alistana de estos casos concretos parece esperanzadora, sin embargo la cruda realidad es otra muy diferente, no deja de ser un espejismo y así lo sentencia el párroco de estas localidades, Teo Nieto Vicente: "Hay que tener en cuenta que la práctica totalidad de los fallecidos son personas empadronadas, vecinos y residentes habitualmente en nuestros pueblos, mientras que los niños y niñas bautizados son la mayoría hijos de emigrantes cuyos padres eligen para darle el bautismo los pueblos donde residen sus padres y abuelos para que no olviden su tierra y su raíces, pero viven fuera".

Teo Nieto Vicente, profesor del Instituto Aliste de Alcañices y cura encargado de las Unidades de Acción Pastoral de Rabanales y San Juan del Rebollar, con 15 pueblos y parroquias, ofició en 2019 un total de 46 funerales, 14 bautizos y solamente 10 bodas. Teo Nieto Vicente atiende las parroquias y pueblos de Rabanales, Ribas, El Poyo, San Cristóbal, Tola, San Juan del Rebollar, Sejas, Matellanes, San Vitero, Ufones, Tolilla, Rábano de Aliste, Grisuela, Lober y Mellanes.

Los pueblos con más fallecidos fueron Rabanales y San Vitero, con ocho en cada caso, seguidos de Sejas con seis y Matellanes y Tola con tres. Con dos fallecidos estuvieron Rábano de Aliste, San Juan del Rebollar, El Poyo, Grisuela y con uno Ribas, Tolilla, Lober y Ufones. Mellanes fue el único pueblo donde no hubo ni un solo entierro.

En nacimientos destaca San Juan del Rebollar con cinco, Ribas, Grisuela y San Vitero con dos y Lober, Mellanes y Tolilla con uno. No hubo bautismos en Rábano, Tola, El Poyo, Sejas, San Cristóbal y Rabanales. Las bodas también cotizaron a la baja y Teo Nieto Vicente ofició una en cada caso en Rábano y Tolilla.

Este sacerdote que recorre cada día los pueblos alistanos y conoce su situación, gentes y avatares, nos hace una reflexión que suena sentencia: "Con los datos reales en la mano, Aliste hoy ya no tiene capacidad para regenerarse. Es decir, con los que ahora mismo estamos en Aliste no es posible mantener la población, poco a poco se va a ir agotando. Con lo cual hay que pensar en dos cosas: una, por supuesto seguir fijando población, seguir haciendo atractivo el medio rural, en este caso Aliste, para los jóvenes que están, aunque salgan a estudiar, piensen en volver al pueblo, en hacer su vida, en montar algún negocio, buscar trabajo en el pueblo. Pero a la vista de los datos, aunque eso ocurra, aunque todos los que estamos decidamos quedarnos, no hay capacidad para autoregenerarse y subir el índice de densidad poblacional. Con menos de 10 habitantes por kilómetro cuadrado, dicen los demógrafos que ya no hay capacidad de regeneración y nosotros estamos oficialmente en torno a siete. Ese número todos sabemos que no es real, es mayor el número de empadronados que quienes realmente viven. Con ello no sólo hay que pensar en fijar población, hay que pensar en atraer población".

Continua el sacerdote: "Yo creo que ese es el foco en el que tenemos que comenzar a fijar nuestra atención. Atraer la población. ¿Qué tipo de población? Por supuesto personas que estén en las ciudades y que no tengan trabajo, tenemos que pensar la posibilidad de cómo ofrecerles una casa y una posibilidad de trabajo, personas que estén saturadas de la vida de la ciudad, porque hay mucha gente cansada de la vida insalubre que se está viviendo y practicando en muchas ciudades, de las grandes, no Zamora, que participa de la vida de los pueblos y vive el mismo problema como provincia y como capital. Pero es muy difícil atraer personas que ya tienen su vida instalada en la ciudad, con lo cual, junto a las personas que no tienen empleo en la ciudad, junto a las personas que están cansadas de la vida en la ciudad, hay que empezar a pensar en atraer a las personas inmigrantes, personas que tienen que dejar su país por las razones que sean y se vienen para España y que vean en el medio rural una manera de rehacer su vida. De eso ya tenemos pequeñas experiencias aquí en Aliste y yo creo que poco a poco, -todavía están muy en ciernes-, pueden ir cuajando y yo ceo que es un foco interesante".

Y llega la reflexión final: "Aliste no tiene capacidad para autoregenerarse, hay que empezar a pensar junto a la fijación de población, que no se quieran ir de aquí los jóvenes, en atraer población y un foco interesante son las personas migrantes. Lo de las personas migrantes tiene una ventaja mayor, porque el problema del envejecimiento de la población no es solo un problema de los pueblos, es un problema de la cultura occidental. Occidente, Europa se está quedando envejecida, se está empezando a despoblar y a España es lo que le está pasando también. Los datos nos dicen que hay más defunciones que nacimientos en toda España, es un problema que tiene que llevarnos a pensar y la migración regulada, de una manera sensata, pensada, es una posible solución e incluso la única solución cuando ya no hay capacidad de autoregeración en Aliste.