Villalpando celebró ayer con toda la devoción la fiesta de la Inmaculada Concepción, aunque este año volvió a hacer historia al no poder celebrarse la procesión debido a la lluvia. En su lugar, la imagen de la Purísima salió a las puertas del templo de San Nicolás, donde se cantó la Salve.

Con la excepción del emblemático desfile procesional por las calles de la villa, la festividad de la Inmaculada volvió a renovar el compromiso mariano y a convertirse en toda una exaltación de fe y tradición en Villalpando. A este municipio la historia le otorga el privilegio de ser el primero del mundo donde se aprobó el dogma de la inmaculada concepción de la Virgen, en el año 1466.

Los trece pueblos de Tierra de Campos -Cañizo, Cerecinos, Cotanes, Prado, Quintanilla del Monte, Quintanilla del Olmo, San Martín de Valderaduey, Tapioles, Villalpando, Villamayor de Campos, Villanueva del Campo, Villar de Fallaves y Villárdiga- refrendaron ayer ese dogma en la iglesia de San Nicolás.

El párroco Javier Fresno se estrenaba en la celebración eucarística y él mismo era el encargado de pronunciar el sermón de la Inmaculada ante un templo abarrotado de fieles llegados de toda la comarca. Al final de la misa tuvo lugar la representación del Voto Villa sobre una adaptación de aquel acontecimiento histórico escrita por el ya fallecido Luciano López García.