Más de un centenar de representantes de asociaciones vecinales de Zamora se concentraron en la tarde de ayer a las puertas de la Cortes de Castilla y León para reivindicar a la Junta de Castilla y León que ponga freno a las marcogranjas porcinas, y se garantice el derecho de los habitantes del medio rural a disfrutar de un medio ambiente sostenible.

En la concentración, celebrada antes del inicio del pleno de la Cámara, los manifestantes reclamaron que la Junta atienda las recomendaciones del Procurador del Común, que ante las quejas de colectivos de Zamora y Soria, ha solicitado al Gobierno autonómico que adopte medidas para minimizar el impacto medioambiental de los purines.

En un manifiesto leído a las puertas de la Cortes, denunciaron que este tipo de granjas apenas generan trabajo y sí agravan el problema de la despoblación al contaminar acuíferos y empeorar la calidad de vida. En este sentido, argumentaron que "tras los graves problemas de contaminación en regiones como Cataluña o Aragón, reconocidos incluso por sus gobiernos, los promotores industriales se han fijado en Castilla y León para repoblarla con granjas de cerdos al amparo de la Junta". A su vez, advirtieron en toda la Comunidad se han autorizado o están en trámites casi 600 macrogranjas.