Decenas de topillos salen de las huras y de entre la vegetación al paso de la máquina que desmantela el refugio y las huras donde se encaman dando fe de la abundancia de roedores que pueblan Tierra de Campos. Sucede en las márgenes de una carretera de Villanueva del Campo y ocurre a la vista del viceconsejero de Desarrollo Rural y director general del Instituto Tecnológico Agrario, Jorge Llorente, del vicepresidente tercero de la Diputación de Zamora y diputado de Medio Ambiente y Parque de Maquinaria, Javier Faúndez, del diputado de Agricultura y Ganadería, Ángel Sánchez, de los alcaldes de Villanueva y de Castroverde, de técnicos y de periodistas. Es "la visualización de la lucha integral contra el topillo campesino "que acometen de forma coordinada las distintas administraciones (local, regional y nacional" para reducir la población de roedores y evitar los repuntes de una especie "endémica y que siempre estará presente en los campos" en palabras de Jorge Llorente.

Villanueva del Campo fue elegida como escenario de actuación de algunas medidas aplicadas para combatir "a un roedor que experimenta explosiones demográficas ligadas a sistemas agrarios en Tierra de Campos donde la climatología, la cubierta vegetal, la capacidad reproductora y de refugiarse en distintos reservorios hace difícil su lucha" según explico in situ Jorge Llorente. Subrayó que "no existe una medida única eficiente al 100%", y resaltó que "son un número considerable de actuaciones las que se pueden realizar de forma coordinada para luchar contra una especie endémica. Hizo alusión a la normativa vigente, que recoge un abanico de posibilidades que tienen que ver con actuaciones tras la cosecha, en reservorios, forrajes y alfalfas, en el manejo del riego, con el control biológico y con cubiertas vegetales y vías de dispersión tales como cunetas, regatos, desagües y linderos herbáceos. Insistió Llorente en señalar que "es importante actuar en todos los reservorios y vías de dispersión, y actuar de una manera integral todos los agentes: agricultores, administraciones (local, regional y nacional) y hacerlo de forma coordinada para evitar su dispersión".

La Consejería de Agricultura y Ganadería, dijo, viene realizando actuaciones continuas y se ha permitido el levantamiento de las parcelas como media eficaz, la detrucción mecánica de hábitat y de la hura (con una eficacia entre el 50 y 70 por ciento) y se recomienda la realización de bandas de seguridad para evitar que el topillo progrese. Además, a lo largo del año se realizan recomendación para tipo agronómicos. Resaltó que se ha constituido un grupo interadministrativo (que ya se ha reunido tres veces), porque hemos entendido que es un problema global, que hay que luchar de forma coordinada y, precisó, "está funcionando". En Zamora se han actuado en más d 15 localidades en Zamora, en más de 300 kilómetros lineales de cunetas y en destrucción de huras con la lucha biológica, con la instalación de cajas nidos y posaderos de aves rapaces, especialmente de cernícalo y lechuza.

Jorge Llorente manifestó que "en Zamora no es preocupante" la plaga del topillo porque tiene una situación diferente a Palencia y Valladolid.

Reparó en otra medida contra el roedor como es "la lucha biológica, que es continua". Al respecto indicó que "está demostrado que el cernícalo y la lechuza común tiene una de sus principales fuentes de alimentación en el topillo campesino". Aludió a las caja nidos ya que las aves "tienen acción continua a lo largo de todo del año porque adaptan su reproducción la presencia de alimento. Donde hay posaderos hay menos presencia de topillos. En un ciclo biológico el consumo va desde más de 600 individuos hasta más de 1.000 por parte de la lechuza. No es la única medida, sino un conjunto de medidas, que todas juntas son capaces de luchar contra un roedor endémico". Jorge Llorente, que subrayó que no existen "sustancias específicas" para combatir el topillo (el rodenticida está prohibido), incidió en que la lucha es un actuación integral y coordinada.