Una inesperadada pedriscada sorprendió ayer a los fermosellanos a primeras horas de la tarde cuando parte de la población se disponía a continuar con los festejos de la romería de San Albín. Fueron solo unos instantes pero la piedra, de considerable tamaño, cayó con fuerza y hasta llegó a cubrir en algunos puntos el suelo. El temporal de pedrisco sustituyó a la lluvia que hacía acto de presencia y obligó a los que se hallaban en la calle o por los espacios abiertos a ponerse a buen recaudo para escapar de los impactos del granizo.

La preocupación de los fermosellanos estuvo relacionada con los posibles efectos en los árboles frutales y en los cultivos. Es de tener en cuenta que Fermoselle tiene en el olivo, la vid, el almendro y otros frutos uno de los pilares de su economía comercial y doméstica.