Una vez completada la restauración de las pinturas, y ya dentro del Plan Románico Atlántico, se llevó a cabo la renovación del sistema de iluminación interior mediante la colocación de una instalación acorde con los requerimientos del edificio, más eficiente y orientada a realzar el conjunto pictórico.

Además, el templo ha sido incluido en el sistema de monitorización del patrimonio desarrollado por la Fundación Santa María la Real mediante la instalación de una red de sensores de temperatura, humedad y luminosidad que facilitan la conservación preventiva del edificio. Una muestra clara de ello es que el sistema ha permitido detectar la inadecuada incidencia de la luz natural, que penetra por las ventanas del ábside, sobre las pinturas y el retablo. Para corregirlo, se trabaja en el diseño de una ventana inteligente que evite una incidencia solar tan directa. La instalación de un nodo central en la sacristía del templo permitirá analizar las 24 horas del día el estado de conservación del templo y facilitará el control de plagas