La nueva normativa micológica de Castilla y León establece la creación de los parques micológicos, unas áreas que deberán contar con un mínimo de 10.000 hectáreas donde podrán estar integrados los terrenos de diferentes propietarios micológicos, pero con una única entidad que se responsabilice de su gestión y estarán obligados a elaborar un Plan de Aprovechamiento de Gestión de Base Científica. Los permisos de los parques Micológicos van a ser de acceso público de orientación recreativa, educativa o divulgativa, sin perjuicio de que se puedan extender a los recolectores otros dirigidos a la orientación comercial.