Jaramasa Bioenergía S. L, empresa constituida en mayo pasado y con domicilio social en Madrid, es la promotora del proyecto de cogeneración que contempla la construcción de una planta de reciclaje en Tábara con una inversión de 10,5 millones de euros y la creación de 120 puestos de trabajo. La empresa, nacida con un capital de 3.000 euros, tiene como objeto social la "investigación, desarrollo, ingeniería, diseño, instalación, distribución, tratamiento, explotación y comercialización de sistemas y patentes de tipo tecnológico para el tratamiento, aprovechamiento y comercialización de residuos y productos reciclados orgánicos de origen humano".

Tras diversos estudios e investigaciones en la zona, Jarama Bioenergía S. L. ha puesto sus ojos en la comarca de Tábara para desarrollar un proyecto tecnológico industrial, pionero en España, que contempla la compra de 45 hectáreas de terreno. Los 22 propietarios de las parcelas en las que está interesada la empresa ya conocen los detalles de esta iniciativa que ha levantado tantas expectativas en la comarca como dudas y suspicacias entre las plataformas creadas contra la expansión de las macrogranjas porcinas en la zona, como lo expusieron en la concentración celebrada el pasado domingo.

Y todo ello porque temen una operación de camuflaje, toda vez que el proyecto integrará una planta de combustión de biomasa, con dos granjas porcinas con cabida para 10.000 cerdos de cebo (con una producción anual de 25.000) y un invernadero inteligente para el cultivo de orquídeas. Según ha adelantado la publicación tabaresa "Tuvozdigital", el proyecto de Jaramasa Bioenergía contempla "una planta de reciclaje y aprovechamiento de la jara en la Sierra de la Culebra en la zona de Tábara, Ferreruela y Ferreras de Abajo, donde en una primera fase se trata de limpiar el monte aprovechando la jara, como antiguamente lo hacían los lugareños cuando extraían la llamada "droga" y en una segunda fase utilizaban el residuo para fabricar el cisco".

Expertos colombianos

El proceso sería similar, pero a gran escala y en esa segunda fase "los residuos de la jara se mezclarían en combustión con el purín generado en dos macro granjas de cerdos, de cuyo reciclaje se generaría una biomasa que generaría la temperatura adecuada a un enorme invernadero de orquídeas tropicales".

De acuerdo con los datos expuestos por los promotores, expertos colombianos dirigirían el cultivo y posteriormente "introducirían en sus cauces actuales de distribución y venta a lo largo de toda Europa".