Síguenos en redes sociales:

Segunda jornada de espantes en Fuentesaúco

Los caballistas logran filtrar los toros entre los espantadores en uno de los cuatro intentos

Segunda jornada de espantes en Fuentesaúco

31

El segundo espante de toros de Fuentesaúco congregó, como es habitual, a una concurrencia de miles de personas en torno al prado de La Reguera. Llegan los aficionados atraídos por un espectáculo que, en esencia, enfrenta a un grupo de novillos de temple bravío con una masa de personas parapetadas ante las puertas y que, con arrojo y destreza, impiden que astados conducidos como rayos por cuatro decenas de jinetes alcancen este punto de salida y se fuguen del gran prado.

Algo imposible hoy día para los toros porque este portillo permanece cerrado a cal y canto hasta que, pasada una hora de puntuales confrontaciones, se permite sin oposición alguna el escape.

El espante de ayer vino marcado por la pasividad o nobleza del primero, organizado el sábado, que no dejó en toda la campa ni una arremetida, acometida o percance reseñable, de modo que los comentarios de los pacientes espectadores se resumía en buena parte de los presentes en la frase: «lo que la gente quiere es movimiento». O «al que no le guste el espante, tal cual es, que no venga». Esta disparidad tuvo su plasmación en que ayer se dieron abucheos y aplausos.

Pulsa para ver más contenido para ti