Tras varios años de espera, las obras de mejora de la carretera CL-605, a la altura de Arcenillas, ya han comenzado a dar sus primeros pasos. Los operarios y la maquinaria ya han iniciado los trabajos para ejecutar este destacado proyecto, que contempla la construcción de una rotonda partida a la entrada de la localidad para resolver el cruce que conduce a Moraleja y Morales del Vino

"Se trata de una obra muy esperada que soluciona un problema de seguridad vial prioritario porque la media rotonda prevista en la entrada del pueblo reducirá la peligrosidad que se daba en una intersección con mucho tráfico y en la que ya se habían producido numerosos accidentes, algunos mortales", explica el alcalde del municipio, Enrique Rodríguez.

En este sentido, el regidor municipal recalca que la CL-605 es una de las carreteras de la provincia con mayor volumen de tráfico, sobre todo en el tramo comprendido entre la capital zamorana y dicha localidad.

Esta carretera autonómica es la que une la capital zamorana y Segovia por Arévalo y es la vía de unión entre la capital y el sureste de la provincia, fundamentalmente Tierra del Vino y Guareña. Este importante eje de comunicación de la provincia tiene una intensidad media diaria de 2.918 vehículos, en el tramo comprendido entre Arcenillas y Casaseca de las Chanas, y de 1.049 automóviles, entre Casaseca y El Piñero, según figura en el propio proyecto de las obras, dependientes de la Consejería de Fomento de la Junta de Castilla y León.

Además de la ejecución de una rotonda partida a la entrada del pueblo, el proyecto incluye la renovación del asfaltado de la travesía que cruza la localidad "que se ha ido deteriorando con el elevado tránsito de vehículos", resalta el regidor.

Las obras se realizarán en un tramo de actuación de 17,8 kilómetros, desde la glorieta de partida ZA-611 (en El Piñero) hasta la rotonda final la que comparte con las carreteras de Villaralbo y Moraleja.

Los trabajos retoman el proyecto que se paralizó hace seis años cuando la crisis económica hizo que se rescindiera el contrato con la empresa que las estaba llevando a cabo.

Estas mismas obras de la CL-605 fueron adjudicadas a Construcciones y Obras Llorente (Collosa) en julio de 2009, pero los trabajos se suspenden por orden de la Junta de Castilla y León en 2012, ya que los presupuestos generales de la Comunidad no logran fondos para ejecutar el proyecto y el contrato se rescinde.