Un centenar de ganaderos de vacuno se daban cita ayer en el Colegio Universitario de Zamora para departir sobre el futuro del sector en medio de la crisis más importante de la historia para los productores de leche, atrapados entre el exceso de producción en relación a la demanda y la desregularización del mercado con la desaparición de la cuota láctea, hace ahora aun año. Cobadú organizaba las XVIII Jornadas técnicas de ganado vacuno y cooperativismo, en las que se habló sobre el origen de esta crisis y, sobre todo, sobre las medidas necesarias para afrontarla.

David Llorente Cachorro, técnico de ganadería de Urcacyl, abrió la primera de las ponencias hablando sobre la nueva PAC, y recordó que en su reglamento puede estar una de las formas de mitigar esta crisis, a través de las medidas de mercado, el tercer pilar de la política común tras las ayudas y el desarrollo rural. Europa ya se plantea recurrir al artículo 222 de la Organización Común de Mercado, que permitiría reducir la producción mediante acuerdos voluntarios entre las organizaciones de productores, las interprofesionales y las cooperativas del sector de la leche y los productos lácteos. Se trata de una cláusula de excepción para casos de graves desequilibrios en un mercado del sector agrícola, como sucede ahora con la leche.

"Transformar en casa"

Por otro lado, desde Urcacyl apuestan por los contratos a largo plazo y la agrupación en cooperativas, así como entre las propias cooperativas. Actualmente las cooperativas de Castilla y León garantizan la recogida a todos sus socios. La mayoría tienen contratos de industria estables a través de los cuales venden la leche a unos 30 céntimos por litro, lo que les permite hacer una media aceptable con la leche vendida fuera de contrato (entre un 10 y un 15%), que por sí sola tiene unos precios ruinosos de entre 17 y 24 céntimos. Llorente animó también a trabajar en la transformación dentro de las propias cooperativas, y recordó que en territorios donde hay asentadas grandes cooperativas transformadoras los precios son superiores a la media española. "La otra gran ventaja es que una cooperativa nunca se va a deslocalizar, como está sucediendo con Lauki en Valladolid", apuntó.

Flor Linares, responsable de comercialización de leche en Cobadú, hizo de moderadora de unas jornadas que clausuró el gerente de la cooperativa, Rafael Sánchez Olea, tras una charla coloquio con participación del público. Previamente también expusieron Mario García Jiménez, director técnico de la empresa Feed and Food que dio las claves para un correcto ensilado de forrajes que evite problemas sanitarios, y por último Alfonso Raffin del Riego, director de recursos agroganaderos de la cooperativa gallega Feiraco.

La ponencia de Raffin tenía un curioso título, "Ganadero de lácteo español: ¿qué he hecho yo para merecer esto?", cuya respuesta es que no han hecho nada malo aunque en el origen del problema esté la producción elevada, pero lo que tienen que hacer es "adaptarse a esta situación, y al final se mantendrán los más capacitados, los más perseverantes y quienes tengan verdadera vocación". Lo necesario, para Raffin, es reducir costes, el método variaría según la ganadería y la zona, y en Castilla y León se debe aprovechar "la producción de cereales, que reduce muchísimo el costo de la alimentación".