Raúl Blanco Esteban es un ingeniero de montes natural de Villalón de Campos (provincia de Valladolid), en el corazón de Tierra de Campos, una comarca que conoce a perfección y que asegura llevar "muy dentro". Hace unos días se doctoró en la Escuela de Ingenierías Agrarias de Palencia con una tesis que propone una recuperación ambiental del paisaje de Tierra de Campos, con la que obtuvo la calificación de sobresaliente Cum Laude. Este trabajo se cimienta sobre nueve años de estudio de los pueblos terracampinos de León, Zamora, Valladolid y Palencia, y señala los graves "desequilibrios ambientales, ecológicos y visuales" que ha sufrido el paisaje de la comarca, paralelos a la sangría demográfica y la intensificación de la agricultura. En él propone un nuevo modelo de paisaje para Tierra de Campos.

-Casi una década de trabajo de campo, ¿qué esfuerzo supone una investigación de esa envergadura?

-La verdad es que he analizado bastantes proyectos, algunos tienen más de nueve años, porque conocía personalmente a sus autores o porque he participado en su gestión desde la Junta. Lo he podido llevar a cabo gracias a la orientación de Joaquín Navarro Hevia.

-¿Ha visitado mucho la provincia de Zamora en este tiempo?

-Naturalmente, y he sacado algunas conclusiones muy interesantes. Por ejemplo, podría citar la magnífica restauración de las Lagunas de Villafáfila, que pongo como ejemplo en la tesis por la magnífica integración entre patrimonio natural y cultural con la configuración de los palomares como observatorios de la avifauna. La propia casa del parque es un proyecto magistral, un palomar gigante como centro de recepción de visitantes.

-¿Sería la Reserva Natural de las Lagunas un ejemplo de conservación de la biodiversidad para el resto de la comarca?

-Es un hito en la creación de parques naturales en España desde su gestación y ha supuesto un antes y un después. Ha permitido aumentar la biodiversidad tremendamente, tanto de aves acuáticas como de aves esteparias en el entorno y después mejorar mucho el uso público. Yo creo que la reserva de Villafáfila es un ejemplo de espacio natural en Castilla y León y en España, además de un ejemplo de valorización del paisaje.

-¿Por qué no se conservan igual el resto de humedales repartidos por toda Tierra de Campos?

-Es un poco complejo, la naturaleza arcillosa de los suelos provocaba que hubiese muchas zonas endorreicas a lo largo de toda la superficie y la formación de zonas húmedas. Su desecación se inició hace muchos años, en el caso de las lagunas más cercanas a los pueblos porque se asociaban a problemas sanitarios, y en otros casos se provocó la desecación para crear zonas agrícolas, como por ejemplo la Laguna de la Nava, un caso paradigmático porque era el antiguo mar de Campos que ocupaba 3.000 hectáreas, que se dice bien.

-¿Hay elementos diferenciadores entre la Tierra de Campos vallisoletana, la palentina, la leonesa y la zamorana o realmente podemos hablar de una única comarca natural?

-Yo creo firmemente que es una comarca natural muy definida. Tiene unos rasgos históricos, culturales, fisiográficos y de patrimonio cultural muy claros. Me parece que es el ejemplo paradigmático de comarca natural y además es una comarca que es simbólica para otras campiñas cerealistas tanto de Castilla y León como de España. La comarca de Tierra de Campos tiene unas 440.000 hectáreas, pero hay campiñas cerealistas semejantes en Castilla y León de 2.200.000 hectáreas y en España campiñas cerealistas de hasta 5.700.000 hectáreas, que son casi seis provincias, o sea que es un ejemplo en pequeño. Las actuaciones que se puedan llevar a cabo aquí son un modelo para otras zonas cerealistas españolas, y por eso lo he analizado, aparte de por ser natural, residente y vivir profundamente Tierra de Campos.

-De forma resumida, ¿qué factores señala como los causantes de las alteraciones del paisaje de Tierra de Campos?

-Identifico tres alteraciones significativas, la primera es la pérdida de vegetación arbórea y arbustiva, que ha sido tremenda y supone una pérdida de biodiversidad, como consecuencia, sobre todo, de la intensificación de la agricultura y de las concentraciones parcelarias. La segunda es la irrupción de grandes naves con formas y colores ajenos al paisaje, y de otros elementos y estructuras que ocasionan bastantes impactos visuales. Y la tercera, la pérdida del patrimonio cultural edificado, tanto el patrimonio monumental, sobre todo religioso, como el patrimonio tradicional, como son las típicas casas de adobe.

-¿Los palomares también estarían entre esas construcciones tradicionales que se han perdido?

-Evidentemente el palomar es una parte importantísima del patrimonio cultural, es el símbolo de Tierra de Campos, lo que el hórreo a Galicia y Asturias, y debiera ser un elemento llamado a conservar. En ese sentido creo que la Tierra de Campos zamorana es de las zonas que mejor ha conservado los palomares gracias al trabajo de los grupos de acción local del entorno de Villafáfila, que han restaurado bastantes palomares. Pero el gran ejemplo sería, como he señalado, la casa del parque de las Lagunas de Villafáfila.

-Entre las causas de la pérdida de vegetación señala la intensificación de la agricultura. Teniendo en cuenta que es la principal actividad económica de la zona, ¿es compatible la recuperación del medioambiente con esta práctica

-Desde luego, la tesis doctoral plantea un nuevo modelo de territorio, pero no se trata de cambiar el paisaje agrario, Tierra de Campos ha de seguir siendo Tierra de Campos. Lo que mantengo es que el paisaje que vemos ahora, que está muy simplificado, no ha sido siempre así. El paisaje agrario parte de la deforestación llevada a cabo por los vacceos varios siglos antes de Cristo, y durante muchos siglos se mantuvo un paisaje reticulado, en mosaico, en el que dominaban los espacios agrarios pero en el que había muchas linderas con arbustos, arroyos con ribazos de vegetación arbórea, había majuelos con árboles frutales asociados y eso con el tiempo creó un paisaje de muy alta calidad, muy diverso. Últimamente ese paisaje se ha simplificado notablemente. La creación de grandes parcelas y la maquinaria asociada, que requiere menos mano de obra, además de transformar el paisaje ha supuesto una fuga de efectivos laborales. Eso ha de combatirse con nuevos cultivos, más diversidad y fomentar una agricultura diferente que transforme los productos y, sobre todo, que genere un paisaje diverso que pueda mejorar la calidad de vida en los pueblos e incluso atraer a nuevas personas.

-¿Puede poner algunos ejemplos concretos de esos nuevos cultivos que necesita Tierra de Campos?

-Para ilustrar el hecho de que en Tierra de Campos antes había un paisaje reticulado, sirve de ejemplo la zona entre Cañizo y Belver, donde curiosamente la concentración parcelaria no se realizó hasta recientemente, y además se llevó a cabo de una forma muy integrada ambientalmente, de tal manera que ahora si vamos allí nos encontramos un paisaje totalmente diferente al resto de Tierra de Campos. Hay cultivos pero hay muchísimas lindes de vegetación arbustiva y arbórea con encinas, almendros, morales o higueras. No podemos volver hacia atrás y crear parcelas pequeñitas porque serían inviables, pero sí que es cierto que las parcelas agrarias se pueden mejorar, se puede plantar arbustos y árboles en las linderas, en los arroyos y sobre todo diferenciar cultivos, que es hacia donde va el "greening" de la nueva PAC. Serían convenientes nuevos cultivos tanto herbáceos como de leguminosas, pero por qué no arbóreos, y de hecho hay ejemplos en Tierra de Campos como plantaciones de nogales en Villagarcía de Campos e increíblemente olivos en Medina de Rioseco, una explotación que vende el aceite a unos precios muy altos e incluso lo exporta.

-¿Qué quiere decir con lo de paisaje simplificado, de baja calidad y alta fragilidad?

-El paisaje simplificado hace alusión a la monotonía. La diversidad es sinónimo de calidad en el paisaje y además es lo contrario a la fragilidad. En Tierra de Campos la fragilidad del paisaje es muy alta porque al no existir elementos enmascarantes, como árboles, cualquier construcción artificial genera un gran impacto visual. Los apoyos de una línea eléctrica se ven desde muy lejos.

-¿Estamos a tiempo de revertir la situación?

-Desde luego que sí, mi tesis es positiva. Para mi Tierra de Campos ha sufrido dos tragedias, una afecta al paisaje, que se ha simplificado notablemente, pero la segunda es la pérdida de población. Desde 1950 se ha perdido el 70% de la población y esta crisis no se ha detenido, el éxodo rural continúa con pérdidas que yo he cifrado entre un 1% y un 2,5% de tasas anuales. Yo me rebelo contra esta situación porque vivo Tierra de Campos, y lo que propongo desde mi humilde punto de vista como ingeniero de montes y conocedor del territorio es una recuperación del paisaje, porque paisaje equivale a territorio.

-En este proceso de recuperación del paisaje, ¿qué papel deben jugar las administraciones públicas y qué papel debe jugar la iniciativa privada según su proyecto?

-Primeramente la administración. El modelo que yo planteo considero que se puede desarrollar porque es pragmático, diagnostico 14 tipos de espacios degradados y en esos 14 espacios propongo 56 actuaciones de muy diversa naturaleza, pero no son grandes proyectes. Desde la plantación de árboles y arbustos hasta la restauración e integración de las edificaciones en los cascos urbanos. Después, a partir de esas actuaciones, puede tomar ejemplo también la parte privada.

-¿Realmente cree que es posible poner en marcha algo así a medio plazo o se necesita una mayor concienciación de la población?

-Yo creo que Tierra de Campos está muy grave, asociándolo a la salud, y por tanto hay que intervenir. Planteo el concepto de cirugía ambiental, o sea hay que operar. La Administración no puede perder el medio rural de Castilla y León, pero Tierra de Campos es el símbolo de Castilla y León y no nos podemos permitir el lujo de que Tierra de Campos se muera. Planteo un modelo coherente para el paisaje cerealista con actuaciones sostenible económicamente, no son proyectos estrella, hace falta actuar poquito a poquito pero en todo el territorio. Por ejemplo, arreglando los pueblos. Un pueblo que esté descuidado urbanísticamente, sucio, con casas en ruina o que no estén integradas en el paisaje, es un pueblo condenado a desaparecer porque nadie va a querer invertir allí un euro, ni siquiera los hijos de los que viven ahora en ese pueblo. Pero un pueblo bonito se mantiene y atrae a gente nueva, y hay ejemplos cercanos como Urueña, Ampudia o Abarca de Campos.