Agentes de la Guardia Civil han recogido en la carretera una cría de corzo de escasas semanas, el segundo caso que se registra este mes en la Sanabria Baja. La joven cría apareció el pasado lunes a primera hora de la tarde junto a la Nacional 525, en el término de Puebla, a escasa distancia del asfalto. Tras varias horas de espera para que la madre regresara junto a su cría, finalmente no se produjo el reencuentro y los agentes se hicieron cargo del animal.

El motivo fue el riesgo de sufrir un atropello en un punto ciertamente concurrido, las proximidades de la rotonda y los enlaces de la Nacional con la autovía A-52 en el término de Puebla. Esta zona es un punto de tránsito habitual de fauna a ambos lados de la carretera.

A las pocas horas un agente de la Guardería Medio Ambiental de El Puente se hacía cargo del animal en las dependencias del cuartel de Puebla de Sanabria para intentar criarlo en cautividad, bien en el centro forestal de El Puente o bien en Centro de Villardeciervos.

Desde hace varios años la entrega en la Guardería Medioambiental de crías "perdidas" ha descendido gracias a las campañas de concienciación entre los residentes de los pueblos. Aunque no lo parezca las crías no están abandonadas sino que la madre, por precaución, se aleja de la cría para evitar alertar a los depredadores, especialmente de zorros que merodean una presa fácil, como explica uno de los agentes de Medio Ambiente. Este comportamiento, dejar a la cría acurrucada entre la vegetación, es habitual en las dos o tres primeras semanas de vida. La madre lo observa a cierta distancia.

Las campañas de concienciación han sido doblemente efectivas, tanto en el sentido de no recoger a las crías, como en evitar acariciar o tocar a estos ejemplares nuevos. Este gesto supone impregnar al animal del rastro humano, que por lo general eludirá la madre y que supone el rechazo de su propia cría.

Otra de las medidas es evitar que los perros que custodian el ganado merodeen alrededor de las zonas de cría, ya que son otro de los depredadores frecuentes que gracias a su olfato dan con las crías encamadas. La medida más efectiva es mantener controlados los perros en las épocas de cría de los corzos.

Las campañas de concienciación sobre este problema se iniciaron en 2005 por iniciativa de la Asociación del Corzo Español, que también este año tiene en marcha la distribución de un nuevo cartel para concienciar a diferentes colectivos como montañeros, cazadores, administraciones, a parte de la población residente en el medio rural, una población que tiene sobradamente aprendida la lección de conservación.

Los animales que se recogen para su cría en cautividad tienen serios problemas para sobrevivir y el que sobrevive no puede regresar a su hábitat porque no desarrollo el instinto de temer al hombre.