Cerca de 250 trabajadores pierden su empleo en las obras del AVE en Zamora

Entre 200 y 250 personas han perdido su trabajo en los tres últimos meses en las obras que se realizan en los diferentes tramos ferroviarios del AVE, entre Cernadilla y Padornelo, según fuentes de ADIF y de empresas constructoras subcontratadas que realizaban trabajos en las diferentes infraestructuras.

Los despidos se han ido produciendo de forma progresiva, desde el mes de diciembre hasta la pasada semana, cuando se pararon el viaducto de Otero-Puebla y los túneles de Otero y Puebla-Lobeznos.

Por esta inactividad se ven afectados tanto trabajadores de Sanabria y de la provincia, pues una de las principales empresas subcontratadas es zamorana, como los trabajadores de las subcontratas desplazadas de otros puntos de la geografía como Asturias, León e incluso de Portugal.

Las obras del trazado de Alta Velocidad en las infraestructuras de Otero y Puebla se reanudaron en el mes de enero tras las vacaciones navideñas, pero tras casi tres meses de trabajo se paralizaron el pasado jueves.

Los túneles de Requejo de Sanabria y Padornelo no se volvieron a reabrir tras el parón navideño. El plazo inicial de cierre que se barajaba era de entre tres y seis meses, pero si se cumple la expectativa, no hay fecha concreta de reapertura, como denuncian trabajadores que perdieron su trabajo en el primer trimestre del año.

De los despidos no se ha librado ni el tramo limítrofe entre las provincias de Zamora y Orense, de Lubián a la Canda, con despidos de trabajadores y empresas desde el mes de diciembre. En este tramo gallego coincide que estaban contratados trabajadores de varios municipios de la Alta Sanabria.

El alquiler y demanda de vivienda se ha mantenido casi constante durante las obras, una demanda repartida por todos los pueblos próximos a las obras como Lubián, Padornelo, Requejo, Puebla, Palacios, El Puente, etc. Su incidencia se ha notado incluso en la demanda de plazas escolares en Puebla y El Puente.

Otro dato relevante es que algunas empresas familiares de hostelería que cerraban desde noviembre hasta el arranque de la temporada en Semana Santa han mantenido los establecimientos abiertos ante la demanda de comidas y cenas.