La recuperación y expansión del lobo ibérico «en muchos casos implica una reducción del número de cabezas en las explotaciones (en los casos más graves se abandona la actividad), cambios en el manejo del ganado (infrautilización de los pastos montañosos más alejados a las explotaciones), transformaciones en el modelo de producción dirigidas hacia la intensificación, sustitución de razas ganaderas, disminución de calidad de vida de los titulares de las explotaciones ganaderas y dificultad para el recambio generacional».

Así sentencia la nueva «Guía de Buenas Prácticas para la Coexistencia del Lobo y la Agroganadería» de Zamora (España) y Región Norte (Portugal) del programa europeo «Wolf Wild & Farmers», promovido por los grupos de acción local Leardercal Adri-Palomares, Adata, Aderisa, Adisac y Macoval de Zamora, el portugués Corane y varios más de Castilla y León.

Por una vez pastores y ovejas se consideran imprescindibles para salvar el ecosistema: «es indudable la contribución del medio rural de cara a la conservación de la biodiversidad, por ello, es indispensable la participación activa de las personas que viven y dependen del uso de dichos espacios». La guía pretende ser «un compendio de lineas directrices para la conservación y gestión del lobo en su coexistencia con la agroganadería». Los ganaderos tienen claro que no va a ser solo a costa suya.

En cuanto a la protección una de las propuestas pasa por la utilización de mastines por parte de los ganaderos cuyos sistemas de explotación sean extensivo o semiextensivo, valorándose como muy positiva la experiencia del Parque de Montesinho por la Asociación de Criadores de Mastín «Trasmontano». En Aliste los propios ganaderos llevan siglos utilizando los mastines como principal y efectiva protección de los ganados.

La segunda propuesta de Wolf Wild Life & Farmers pasa por la utilización de burras de Zamorano-Leonesa para proteger los ganados, una idea importada de Namibia donde se utilizan contra leopardos y guepardos; método también utilizado contra el lobo en los Alpes Suizos y en Estados Unidos. Según los expertos de Wolf «Las burras una vez acostumbradas a estar con el ganado lo protegen como si de su propia familia se tratase». La iniciativa, al parecer, se ha experimentado con éxito en España: Casa Grande de Xanceda en La Coruña.

La guerra abierta en Fitur con la presentación el pasado jueves del lobo como seña de identidad de la provincia de Zamora abría ayer un nuevo frente: varios alcaldes y concejales del PP y PSOE que a la vez son cazadores y ganaderos mostraban su deseo de dimitir en desacuerdo con los el proceder de responsables de la Diputación de Zamora, Interior Legendario y Lobo Marley, a la vez que defendían la labor de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León que «nos ayudan lo que pueden».