La Villa de Tábara ponía el broche de oro en la madrugada de ayer viernes a las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora la Virgen de la Asunción tras una intensa y concurrida jornada diurna y nocturna marcada por la mejor gastronomía que, gracias a los sabrosos y suculentos manjares de la tierra, dejando satisfechos a los más exigentes paladares, endulzó la tristeza, con un buen sabor de boca, llegada la hora de entonar el pobre de mi y el adiós al jolgorio festivo.

Cuando iba apareciendo la anochecida la peña «Cosa Nostra» volvía a triunfar con su concurso de tortillas de patatas donde las tabaresas y también los tabareses demostraron su arte en los fogones. Prueba de ello fue la complacencia y la satisfacción de los comensales al degustarlas.

El alma mater de la tarde y noche fue la merienda popular ofrecida por el Ayuntamiento de Tábara y el empresario taurino Avelino de la Fuente. El guiso de carne con patatas cautivo a los participantes en la convidada popular que contó, ente otros, con altruistas colaboradores como el siempre abierto y trabajado párroco José Manuel Ramos Gordón. El guisado, gratuito, fue servido en una cazuela típica de barro, que cada comensal había retirado previamente en el Consistorio de Tábara. Niños, jóvenes y mayores, gastronomía y estómagos muy agradecidos.

Tras los sabores de las patatas nuevas, los huevos de corral y la siempre sabrosa carne de ternera le tocaba el turno a la peña « Te Veo Doble» que fue la encargada de ofrecer la tradicional cata de limonada para todo el pueblo.

La madrugada estuvo marcada por la música y el baile con toros sorpresa, concurso e play back entre los peñistas hasta la traca fin de fiestas y el descuelgue de las banderas por parte de las peñas que baten un nuevo récord con tres nuevas agrupaciones, ya suman 43, y alrededor de 600 peñistas. La peñas, un año más volvieron a ser parte imprescindible de los festejos tabareses.

Mención especial para una de las más antiguas, «Cosa Nostra», de hecho es la decana, que, creada en 1983, celebro sus treinta años al pie del cañón como ejemplo de colaboración y pervivencia participando y colaborando activamente en las fiestas.