El VI Recital de Poesía y Narraciones Cortas «Nuestros Sentires», desarrollado ayer en el salón cultural de Villar del Buey, fue seguido con extraordinario interés por el gran número de personas que se dieron cita en este acto y que disfrutaron de las distintas intervenciones.

Fue una actividad organizada por la Asociación de Mujeres de Villar del Buey, presidida por Margarita García, y que contó con la colaboración del Centro de Acción Social de la Diputación provincial y el buen hacer de la técnico de animación y desarrollo comunitario Mª Carmen Ferrero Iglesias.

Poco a poco fueron desgranando sus versos y dando juego a sus monólogos las representantes de las diferentes asociaciones, que eligieron para la ocasión o bien una poesía o un relato. El objetivo de este certamen ha sido el de «revitalizar la vida de la comarca sayaguesa y favorecer el desarrollo rural, potenciando la riqueza cultural y social de los pueblos».

A lo largo de la tarde fueron tomando la voz representantes de la Asociación de Villar del Buey, que abrieron el curso de las intervenciones con una poesía de Emilio Bragado. Siguieron luego las correspondientes a Bermillo, Carbellino, que optó por leer un monólogo, Fariza, Fermoselle, Fresno de Sayago. Miguel Marino representó a la localidad de Luelmo, a quien siguieron Mogatar, Sogo, Torregamones, Villadepera y Villamor de la Ladre. De nuevo animó el cotarro cultural Bermillo con la intervención de Transi y Almudena.Fermoselle, Iluminada Ramos. Villar del Buey retomó la iniciativa dando voz, a través de Encarna, a la poesía «El Negrillo», de Ramón M. Carnero. Como un homenaje a la mujer sayaguesa resultó la entonación de la poesía precisamente titulada «La mujer sayaguesa», y que fue interpretada por Ángeles Fadón.

La jornada aún tuvo mayor contenido porque la poetisa fermosellana, Iluminada Ramos, y Emilia Rodrigo, de Moralina, presentaron sus respectivos libros, editados recientemente. El salón cultural de Villar del Buey, que se ofrece como un escenario perfectamente adecuado para acoger actividades sociales de este calado, mostró ayer tarde un aforo casi repleto.

El recital culminó, además, con una chocolatada con bizcochos que fue como un broche de oro para una jornada que resultó de gran convivencia e incluso emotiva por el contenido de las poesías y de los monólogos sacados a la luz.