Fermoselle.- Los fermosellanos que frisan o campan en la jubilación mencionan emocionados la música celestial que emanaba del vetusto órgano enclado en la iglesia parroquial. «Sonaba como la gloria» cuando manos profesionales acariciaban con pasión sus teclas en los actos religiosos oficiados, los días de gran fiesta, con gran solemnidad.

«El secreto» de la enmudecida reliquia está guardado en su interior. Aparece una vez retirado el tablero «que hay debajo de la lengüetería». Ahí está la inscripción que reza: "Hizo esre Horgan Dn Joseph Liborna de Echavarría Maestro de S. M. y afinador de su Real Capilla siendo Comendador el Sr. Dn Fer...nando ¿......? y Dean el Sr Antonio de Bargas Reinando Carlos Tercero en el año 1774".

El Ayuntamiento de Fermoselle lleva años con un proyecto de restauración en sus manos, buscando la financiación que permita restaurar el complejo instrumento y, de esta suerte, volver a escuchar el divino sonido.

Es un proyecto que dirigió y coordinó Tomás Marcos Gómez, y que realizó el restaurador Joaquín Lois Cabello, que no dudó en afirmar que se trata de uno de los mejores órganos de Castilla y León.

El órgano, cuentan, fue introducido en la iglesia por una pared lateral de la misma; justo por donde está ubicado, cuyo exterior deja ver que existió un gran vano.

«En general se puede decir que su estado de conservación es bueno, pues no se aprecian reformas importantes y falta muy poca tubería, si bien todos los elementos necesitan de una restauración da fondo para recuperar el uso del instrumento» expresa el estudioso. Añade que «toda la hechura es de gran calidad como no podía ser menos en San José de Echavarría en un periodo de gran actividad. En 1772 acabó en gran órgano del Evangelio en la catedral de Segovia y se le conoce actividad hasta 1799».

La puesta a punto del órgano supera los 65.000 euros, una vez que sean revisados todas y cada una de las numerosas piezas que lo conforman, así como repuestas las perdidas o desaparecidas.

Los trabajos de restauración consistiría «en restablecer el pleno uso de este instrumento respetando al máximo su estructura arquitectónica y musical, todos sus elementos y materiales,y todo su carácter tímbrico, sustituyendo sólo los elementos inservibles, que serán pocos, y completando los desaparecidos, quedando los nuevos claramente diferenciados de los originales».

También serían necesarias algunas obras de albañilería y electricidad «para el asentamiento y funcionamiento del órgano». Pero el proyecto va más allá por cuanto que incluye «la realización de conciertos permanentes durante el año, ya que de esta forma se daría a conocer la importancia que tuvo esta música durante dos siglos».

El objetivo es recuperar la música y divulgarla «convirtiendo el órgano en un gran tesoro para la comarca y un referente musical, ya que cada vez hay más adeptos a este tipo de conciertos musicales». Un número correcto de conciertos sería «uno cada mes más dos en Navidad y uno en agosto», el mes grande de Fermoselle por ser las Fiestas de San Agustín. El coste de los conciertos está cifrado algo más de 1.200 euros por actuación.

Tomás Marcos considera que la recuperación del órgano supondría un aliciente importante para Fermoselle. Excluido de la financiación europea, a través de los programas de Interreg III, Marcos considera que la Junta de Castilla y León, la Diputación de Zamora e incluso a través del Parque Natural Arribes del Duero podría subvencionarse la restauración. «Sería un recurso interesante para la zona» afirma.

El órgano es una joya al que le falta el fuelle, que necesitaba una persona al frente para asegurar la afluencia de aire. Las dimensiones del fuello no tenían nada que envidar al de la fragua más en boga.

«Se trata de un órgano barroco de trece palmos, cuya caja es de estilo barroco, ya tardío, aunque con decoración muy abundante».

Conformado por dos cuerpos, el superior «está compuesto por tres castillos de tubos sonoros», mientras que el interior aloja el teclado y los registro, y está formado por bastidores, entrepaños grandes y puertas de acceso al interior del teclado. La lengüetería de fachada, compuesta por los tubos del bajoncillo y clarín, dispuestos horizontalmente en W, está colocada en la cornisa que separa el cuerpo inferior o pedestal del superior.

La restauración conllevaría «un chequeo completo del instrumento. Desmontaje de piezas, corrección de faltas, reposición de piezas, ajustes, limpiezas exhaustivas, construcción de un nuevo teclado al estilo de la época y escuela, afinado y armonización».

El órgano, aunque mudo, está ahí. Sobre él pesó la posibilidad de desmantelarlo cuando comenzó a fallar a causa del desgaste y la actuación restauradora no formaba parte de la conciencia de la sociedad.

Los pormenores

En el pormenorizado análisis del histórico instrumento musical, Lois Cabello, especifica que «consta de un teclado manual de 45 notas (octava corta) con diez registros a cada mano». A los pies tiene dos pisas, que corresponden a los timbales.

El Flautado de 13 canta casi completo en la fachada y es de buena hechura. Lleva los tres graves de madera en el interior.

La Octava va toda en el interior.

La Corneta es de seis hileras.

El Lleno es de tres hileras.

La Trompeta real es de buena hechura. Falta algunos triples.

El Bajoncillo y Clarín están completos y en buen estado

La tubería está prácticamente completa y su conservación es bastante buena. Algunos tubos tienen dientes. La calidad de toda ella es muy buena como es costumbre en el taller de Echevarría.

El Secreto principal está construido en pino, en una pieza. Las corredoras son de nogal. Las tapas están ajustadas con clavos de forja. Tiene tetillas para el paso de los hilos. Es de magnífica hechura y su conservación es buena.

El secretillo de la corneta va levantado 60 centímetros sobre el principal.

Los tablones acanalados son cuatro, de buena construcción. La madera está sana y también las pieles. Están aconductados con estaño. Hay algún ataque de xilófagos.

El teclado es de 45 notas, octava corta. Es el original de Echevarría con su decoración característica. Está bien conservado.

La mecánica de notas es sencilla, tiene reducción de molinetes y barillaje de madera. Está completa.

La mecánica de registros consta de tirador y pomo de mano, árbol de hierro, biela y espada para atacar a la corredera. Está completa aunque desajustada.