El Índice de Confianza Empresarial Armonizado (ICEA) para el cuarto trimestre de 2022 experimentó en Castilla y León una caída del 5,3 por ciento con respecto al trimestre anterior, lo que supone volver a bajar tras la fuerte recuperación superior al 10 por ciento del periodo inmediatamente anterior, y tras las disminuciones de los dos primeros trimestres del año, cifradas en un 5,5 y un 5,8 respectivamente. La evolución negativa castellanoleonesa es la tercera mayor, solo por debajo de Baleares (-8,1 por ciento) y Navarra (-5,6), y casi el doble que la media del conjunto del país, situada en el 2,9 por ciento, según el dato hecho público hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La confianza empresarial aumentó con respecto al trimestre anterior solo en dos comunidades autónomas: Cantabria y Asturias, con un 1,7 y 1,1 por ciento, respectivamente.
En cuanto a las expectativas para el trimestre que comienza, solo el el 12,8 por ciento de los empresarios de Castilla y León se muestra optimista y ve favorable el escenario (casi diez puntos menos que hace tres meses). Por contra, el 37 por ciento continúa siendo pesimista y ve desfavorable el escenario, diez puntos más que en el periodo anterior. El 50,2 por ciento restante augura unas previsiones normales.
En España, la tendencia es diferente, con un 15,5 por ciento de empresarios optimistas frente al 27,3 por ciento de pesimistas, lo que arroja un saldo del 11,8 por ciento a favor de los segundos, frente a un saldo de 24,2 puntos en Castilla y León, la mayor distancia nacional. A nivel nacional, el 57,2 por ciento de los empresarios tiene unas expectativas normales.
