Las calles de Valladolid invitan a "pasarlo bien" al son de las canciones de Hombres G y de la mano de Raúl Arévalo, Karla Souza y Dani Rovira en la última película del director David Serrano, "Voy a pasármelo bien", que llega este viernes, 12 de agosto, a las salas españolas.

Junto a la historia de amor que centra la trama a lo largo de dos épocas, la amistad adquiere también una dimensión protagonista en la cinta, como subraya su director y coguionista en una entrevista concedida a Europa Press en la que destaca que "a los doce años", edad de los personajes en la primera de esas épocas, la amistad "es lo más importante".

"Hay una frase que me encanta de Stephen King que dice: Nunca tuve amigos como los que tuve a los doce años. Me parece absolutamente real, creo que la amistad a los doce años es lo más importante y tus amigos de esa época son lo más importante del mundo", ha subrayado el cineasta, quien admite que una de las referencias básicas que ha tenido la película ha sido "Cuenta conmigo", largometraje de 1986 dirigido por Rob Reiner y basado en la novela "El cuerpo", en la que King plasmó la frase con la que se identifica Serrano.

"Voy a pasármelo bien", título prestado de la conocida canción de Hombres G, es una comedia musical rodada y cuya trama se desarrolla en Valladolid. A lo largo de hora y tres cuartos de metraje, las coreografías y escenas musicales de esta coproducción hispanomexicana rescatan temas míticos de la banda encabezada por David Summers -el "primer grupo" al que siguió Serrano-como 'Te quiero', 'Venecia', 'Suéltate el pelo', 'Visite nuestro bar', 'Dejad que las niñas se acerquen a mí', 'Si no te tengo a ti', 'Dos imanes', y por supuesto, el celebérrimo 'Sufre mamón' y la canción que da nombra a la película, 'Voy a pasármelo bien'.

Historia de amor

La cinta narra la historia de amor de David Saldaña, un librero vallisoletano con vocación de escritor, y de Layla Morales, una exitosa cineasta que dejó la capital del Pisuerga y, tras una larga estancia en México, regresa a la ciudad con una exitosa carrera a su espalda para recibir nada menos que la Espiga de Honor de la Seminci, un formato de festival que ha ensalzado porque permite dar espacio "a otro tipo de cine" y ha enfatizado las "facilidades" ofrecidas por éste a la hora de rodar la película.

Serrano ha admitido el aspecto "autobiográfico" de la cinta, especialmente en la parte ambientada en los años 80. "Mi primer amor se llamó Layla, entró más tarde que nosotros al curso, nuestra historia fue similar a la que se cuenta en la peli, uno de mis amigos era Luis, que tenía una pierna ortopédica, su padre era policía...", ha indicado el director, quien a raíz de escribir esta parte decidió volver a contactar con la Layla real 33 años después, algo que también le sirvió de inspiración para la parte actual de la trama.

Punto de nostalgia

No falta, por tanto, el punto nostálgico en esta historia, respecto a lo cual el guionista ha puntualizado que el gusto actual por llevar historias en la pantalla a los años 80 no se debe tanto a esta década en sí, como a que "hace 40 años de los 80". "Cuando va pasando el tiempo uno va viendo el pasado con cierta melancolía o añoranza, ahora se habla de los 80, hace 20 años se hablaba de los 60", ha ejemplificado.

El viaje de esta Layla adulta -interpretada por la actriz mexicana Karla Souza ('Nosotros los nobles', 'Cómo defender a un asesino')- permite tanto a ella como a David (Raúl Arévalo), recordar su preadolescencia al compás de la música de Hombres de G en el Valladolid de 1989, cuyos personajes son interpretados este caso por los jóvenes actores Izan Fernández y Renata Hermida Richards.

Aunque rodada también en la Comunidad de Madrid y en Guadalajara, la trama se sitúa completamente en Valladolid, con emblemáticas localizaciones en su Plaza Mayor, la plaza del Viejo Coso, la calle Platerías y la iglesia de la Vera Cruz, San Benito, la plaza Fuente Dorada, la calle San Felipe, la plaza de El Salvador, el Teatro Calderón o un Palacio de Fabio Nelli que deja de ser el Museo de Valladolid para acoger un hotel de lujo donde se hospeda Souza en su regreso a la que fue su casa.

También el interior del Círculo de Recreo, el barco 'La leyenda del Pisuerga' o el estadio Zorrilla se cuelan en pantalla, con uno de los personajes usurpando por un momento el papel de Ronaldo Nazario como presidente del Real Valladolid.

Para redondear los guiños a la ciudad, hasta el colegio en el que conviven sus personajes en ese 1989 lleva por nombre Miguel Delibes, quien precisamente aquel año publicaría con Destino 'Mi vida al aire libre'. "La ciudad tiene un peso muy importante en la película, es una ciudad que en los 80 ofrecía más libertad para los niños que Madrid o Barcelona, pero es lo bastante grande para que los personajes hayan podido estar años sin verse, eso en una ciudad muy pequeña no pasa", ha recalcado Serrano.