La consejera de Educación, Rocío Lucas, confirmó ayer la intención de la Junta de Castilla y León por estar “vigilantes” hacia el contenido de los libros de texto en los centros educativos de la comunidad. Por ello, Lucas afirmó que la mejor manera de llevar a cabo esa vigilancia es implantando un plan a la llegada de los libros a los centros para “canalizar” si esas ediciones “casan” con el currículo de Castilla y León, conformado por una parte estatal y otra autonómica.

Rocío Lucas, quien participó ayer en la entrega de los Premios Plan TCUE (Transferencia de Conocimiento Universidad Empresa de la Fundación General de la Universidad de Salamanca, señaló que este “plan de vigilancia” se llevará a cabo en los centros, ya que la decisión de si se adquieren o no los libros de texto compete a cada uno de ellos. Además, hizo hincapié en que los libros deben implantarse en el plan educativo durante los siguientes cuatro años.