Cientos de hosteleros tomaron hoy las calles de Valladolid, “decepcionados” con el encuentro mantenido ayer con la Junta, para exigir una planificación “con fechas” para retomar su actividad y ayudas directas “de inmediato” para asistir a un sector que “se muere”.

La convocatoria de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Valladolid, congregó a hosteleros, pero también a empresarios y trabajadores de ocio nocturno, del sector del juego, comerciantes, agencias de viajes, e incluso a una representación política de Vox, desde la 10.30 horas, en la Plaza de San Pablo.

Pitos, cacerolas y bocinas acompañaron a los manifestantes, a los que se unieron hosteleros de diferentes provincias, con un numeroso y ruidoso grupo de Salamanca. Los congregados portaron pancartas con la advertencia a las autoridades de la precaria situación que atraviesa un sector con 35.000 negocios y 120.000 empleos directos en la comunidad. “SOS hostelería”, era el mensaje más repetido.

Esquela por el sector

Carteles a modo de esquelas recordaban que “la hostelería está a punto de fallecer por la mala gestión y el desamparo de las autoridades” para trasladar que “se ruega una solución por su salvación”. La confrontación entre partidos también fue una crítica que se pudo constatar en la manifestación, donde se pudo leer: “Autónomos y trabajadores presos de vuestras peleas políticas”. “Con nuestro trabajo no se juega”, aseveraban.

Alguno acudió en traje de faena, como un cocinero, con una cartel donde denunciaba : “Mis hijos están hambrientos”. Todos increparon a los responsables políticos: “Queremos trabajar”, para recordar que “abiertos generamos miles de empleos”. Los hosteleros criticaron también que “cobrar impuestos sin actividad es confiscar” y sentenciaron que “la hostelería no es el virus”.

La presidenta de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Valladolid María José Hernández, manifestó a Ical, que ayer salieron “nada contentos” de la reunión con responsables del Ejecutivo autonómico para definir un plan de apertura del sector, porque creían que iban a salir con un plan de ayudas directas definido y una fecha par recuperar la actividad “y nada de nada”.

Hernández exigió un plan de desescalada, de apertura, con fechas, porque para retomar la actividad requieren de “certidumbres” para poder hacer una planificación, por ejemplo, de las compras a proveedores. La hostelera vallisoletana denunció que les “han expropiado temporalmente” sus negocios, y exigió que esas medidas restrictivas “se acompañen de medidas económicas acordes”.

En este sentido, la también vicepresidenta de la Confederación de Hostelería y Turismo de Castilla y León. consideró “totalmente insuficiente” el plan de choque, al que “apenas se han acogido el diez por ciento de los negocios”, dijo, y exigió “ayudas directas a fondo perdido, ya”. “El sector está en la cuenta atrás, está desmoralizado y cabreado y ya no puede aguantar más”, dijo.

La representante de los hosteleros vallisoletanos recordó que el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, les ofreció estudiar apoyos para que puedan hacer frente a los alquileres y a las hipotecas, pero les solicitó un estudio económico, que “ya le entregamos el pasado 17 de octubre”, lamentó.

“Nos dijeron que la fecha de apertura irá en función de la evolución de la pandemia y no hubo ningún compromiso sobre el establecimiento de ayudas, solo se citó la necesidad de un plan nacional, al que la Junta aportaría un 35%, el Gobierno un 50%, y las entidades locales el 15% restante. Nada, en resumen”, concluyó.