La Junta de Castilla y León pidió este lunes a temporeros y empresas que se cumplan todas las medidas de seguridad para evitar contagios de COVID-19 y que ante cualquier síntoma de un trabajador se comunique para realizar las pruebas porque de lo contrario se puede extender el número de afectados y llegar a suspender la actividad.

En una rueda de prensa para informar de la situación en la Comunidad en relación a la COVID-19, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, rechazó que una persona, debido a la precariedad de este trabajo, no informe de que puede tener síntomas compatibles con el virus y solicitó también a las empresas que no lo permitan.

Al respecto, subrayó que la persona afectada no sólo puede ser sancionada, sino acabar en un hospital, pero también en caso de extenderse los contactos se suspendería la actividad en la que se encuentren trabajando.

Casado recordó que el protocolo, recomendado por el Ministerio de Sanidad, se publicó el pasado 17 de julio en el Boletín Oficial de Castilla y León en el que se recogen medidas de aumento de la seguridad, las condiciones higiénicas y de salud en los lugares de residencia de los temporeros y su movilidad.