La dirección de Ibercaja y los sindicatos han firmado un acuerdo definitivo sobre el ERE en la entidad que prevé la salida de 590 trabajadores frente a los 686 iniciales, y el cierre de 140 oficinas, 20 menos de las planteadas por el banco en un principio, 13 de ellas en Castilla y León. Este acuerdo, que deberá ser ratificado por las partes antes de mañana viernes a las tres de la tarde, se materializará básicamente desde finales del próximo mes hasta junio de 2018, explicaron ayer fuentes sindicales.

De los 590 despidos acordados -en Ibercaja trabajan unos 5.600-, 500 serán salidas voluntarias por edad, a partir de los 55 años, aunque tendrán preferencia los trabajadores que tengan cumplidos entre 57 y 59.

Los otros 90 despidos planteados serán para los empleados de las oficinas que se cierren y que no acepten la movilidad que les ofrece la empresa.

En estas 140 oficinas que se cierran trabajan entre 400 y 500 personas, de las cuales la mitad serán reubicadas en un puesto de trabajo que no esté a más de 25 kilómetros y el resto, no más de 200, serán trasladadas con indemnizaciones que pueden superar los 50.000 euros.

En caso de que no acepten el traslado, un máximo de 90 trabajadores percibirán una indemnización por despido, hasta 5 veces más de lo que marca la reforma laboral, según las fuentes.