Un taxista salmantino de 60 años de edad falleció esta madrugada en torno a las 0.54 horas después de recibir un impacto de bala en la cabeza mientras trasladaba a un cliente. Pese a que la Policía Nacional no descarta por el momento ninguna hipótesis, la forma de actuar y los últimos golpes policiales al narcotráfico hacen pensar que el suceso esté relacionado con un ajuste de cuentas.

El tiroteo tuvo lugar minutos antes de la una de la madrugada, cuando varios vecinos residentes en el cruce entre la calle Mayor de Chambería y la Avenida de La Salle escucharon dos o tres detonaciones, y telefonearon al Servicio de Emergencias de Castilla y León, 112, alertando del siniestro. Al salir a la ventana, varios alertantes vieron el taxi parado aunque con el motor en marcha, y a una persona huyendo del lugar en dirección al río Tormes.

La sala de operaciones del 112 dio aviso del incidente a la Policía Local de Salamanca y al Cuerpo Nacional de Policía, y minutos más tarde, a Emergencias Sanitarias - Sacyl, tras confirmar las fuerzas de seguridad que el conductor del vehículo presenta una herida de bala en la cabeza.

Hasta el lugar se trasladó una UVI móvil, cuyo personal facultativo atendió al conductor herido, Á.S.A., que fue trasladado más tarde al Complejo Asistencial de Salamanca - Edificio Virgen de la Vega. En este centro hospitalario, se confirmó sobre las 3.05 horas de la madrugada su fallecimiento.

Según apuntan fuentes de la investigación, los cristales del vehículo estaban rotos, por lo que se contempla que el tiroteo procedió del exterior del vehículo. De acuerdo con las declaraciones del subdelegado del Gobierno en Salamanca, Jesús Málaga, en estos momentos se investiga si en el taxi viajaba más de una persona, y se está buscando un coche de gran cilindrada, que fue desde donde se produjeron los disparos y que después huyó a gran velocidad del lugar.

Concentración de protesta

Los compañeros de profesión del taxista se concentraron a partir del mediodía de hoy a las puertas de la central para mostrar su indignación por su fallecimiento. Las paradas de taxis quedaron a esa hora vacías, para trasmitir también sus condolencias a la familia de la víctima.

Uno de sus compañeros, J.M. Fuentes, recordó que lo que le sucedió a Ángel podría haberle pasado a cualquiera de ellos, porque se trata de una profesión que calificó como de "muy insegura", al recogen a "todo tipo de delincuentes" en su vehículo. En Salamanca, apunta otro compañero, todos los taxistas se conocen, por lo que la pérdida les ha "sobrecogido". De la víctima apuntó que era "una bella persona" y sobre todo "muy currante", por lo que confesó "no entender que le pueda pasar algo así".

En esta jornada de luto, los taxistas aguardaban en sus vehículos la llegada de un cliente y en las paradas no se veían las reuniones entre compañeros, que en otras ocasiones son habituales, porque casi nadie quería hablar de lo sucedido. Otro taxista explicó que la zona donde ocurrió el suceso, La Salle, es un lugar conflictivo, donde ya han tenido problemas, aunque confesó que aún así, Salamanca es una ciudad tranquila y por ese motivo no son partidarios de mayores medidas de seguridad, como las mamparas para protegerse de agresiones.

La impotencia y el dolor por la pérdida, fueron las frases más repetidas por los conductores a lo largo del día de hoy, porque señalaron que ante una situación como la que ha vivido su compañero, no pueden defenderse. Algunos lamentaron la suerte del taxista fallecido, al que le quedaban menos de dos años para jubilarse, después de estar "toda la vida trabajando".

"Un trabajador incansable"

Familiares del fallecido recordaron a Ical que fue "un trabajador incansable" que llegó a ocupar diferentes puestos de trabajo para sacar a sus cinco hijos adelante. En concreto, recordaron que ocupó empleos como "pescadero o peón de albañil" y desde hacía siete años trabajaba con el taxi por la ciudad, quedándole menos de dos años para su jubilación, lamentaron.

Además, explicaron que era una gran persona y ejemplo para muchos de sus allegados, así como fue alguien "muy querido" tanto en la localidad salmantina de Sequeros, de donde era natural, como en Villanueva del Conde, de donde procede su mujer y solían acudir a pasar periodos de vacaciones.

Todas las personas que le conocieron, añadieron, han sentido tan "terrible pérdida" y sobre todo por las circunstancias en las que se ha producido. De hecho, aseguraron que les han llegado las condolencias de numerosos compañeros de profesión de toda España y que el teléfono "no para de sonar" para expresar la conmoción que sienten quienes compartieron algunos momentos de su vida.

Por último, manifestaron su "indignación" por las causas de la muerte y explicaron que el taxista cogió a un cliente y se vio implicado en un tiroteo por un "ajuste de cuentas", del que no salió con vida, mientras que quienes estaban involucrados en el mismo lograron huir.