La Junta obligará a las empresas a utilizar un porcentaje mínimo de materiales reciclados de la construcción para la ejecución de obras públicas y edificios administrativos, tal y como anunció hoy la vicepresidente primera y consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, quien añadió que esta iniciativa ya se lleva a cabo en algunas actuaciones con condiciones de ‘ecocontratación’, “donde se prima el uso de materiales reciclados, no sólo en áridos, sino en todos los elementos constructivos: madera, vidrio y todos los productos susceptibles de este proceso”.

Ruiz, quien asistió hoy a la inauguración de la planta de tratamiento de escombros que la empresa Recso ha ubicado en San Martín de Valvení (Valladolid), explicó que en el pliego de causas administrativas de los contratos se incorpora esta petición para que, a través de la Junta Consultiva de Contratación -que depende de la Consejería de Hacienda-, se pueda obligar a utilizar un porcentaje de este tipo de materiales.

Estas “compras verdes” deberán estar justificadas con un certificado de un centro autorizado que el contratista o empresario que utilice esos materiales “debe presentar a la Administración para asegurar que ese material ha sido tratado en un centro homologado”. Se pretende de esta forma que sea un pliego tipo para el conjunto de la Administración regional.

Ruiz no pudo concretar a cuanto asciende ese porcentaje, que en la actualidad estudian los servicios técnicos de la Junta y que variará en función del tipo de obra. Aún así, adelantó que en carreteras, el aglomerado asfáltico se recicla “bastante bien y puede tener un porcentaje muy superior a otro tipo de materiales”. En el caso del uso de áridos en caminos forestales, los elementos reciclados también pueden ser utilizados “al cien por cien”. “Nos vamos a autodisciplinar y ser los primeros en utilizar materiales reciclados, con lo que se contribuye al proceso medioambiental y a que instalaciones como la hoy inaugurada tengan también una viabilidad económica posterior necesaria”, manifestó.

Medio ambiente y desarrollo rural

Sobre la planta de San Martín de Valvení, Ruiz destacó que ayudará a la desaparición rápida de los escombros de las calles y su conversión en materiales reutilizable, “con lo que se hace un favor al medio ambiente y a la actividad económica en este tipo de centros de tratamiento”, que son consecuencia de un Real Decreto por el que se regula la producción y gestión de los residuos de construcción y demolición en entidades autorizadas. También subrayó que se trata de un proyecto de desarrollo rural, que genera actividad en un “pueblo pequeño, con nuevos empleos y una importante inversión”

El centro de San Martín, puesto en marcha por Reciclados Sostenibles (Recso), procesará 300.000 toneladas de escombro anuales -en Castilla y León se generan casi dos millones de toneladas-, tras una inversión de tres millones de euros y la creación de una decena de puestos de trabajo. Da servicio a gran parte de los escombros generados en Valladolid capital y los pueblos de su alfoz, lo que evita, según el consejero de la compañía, Francisco Llorente, “el vertido innecesario de un residuo que tiene claras posibilidades de reciclaje y reutilización”. La empresa anunció que, a corto plazo, se pondrán en marcha otras dos plantas similares en Salamanca y León, hasta alcanzar una plantilla de 26 operarios, muchos de ellos con discapacidades, y una inversión superior a los 7,5 millones.

En la actualidad, en Castilla y León se encuentran en servicio 11 instalaciones de gestión de residuos de la construcción y demolición en la Comunidad y otros siete proyectos están en fase de tramitación en la Consejería.

Proceso

La instalación cuenta con una superficie de 30.280 metros cuadrados dentro de una parcela de 98.700. Se ha diseñado mediante la utilización de la mejor tecnología europea existente en el mercado procedente de la firma holandesa Redox Recycling Tecnology. Consta de una línea de proceso para el tratamiento y recuperación de residuos mezclados procedentes tanto de obras públicas como de actuaciones menores y demoliciones.

La valorización del producto es lo que permite, según Llorente, la reutilización del residuo y la creación de eco-áridos que serán usados de nuevo en el mercado. Para conseguirlo se han aplicado las directivas marcadas por la Unión Europea en este sentido. La prioridad de Recso, empresa pionera en el sector -con 20 años de experiencia-, es la “correcta” gestión de dichos residuos y su transformación en áridos de calidad, así como la investigación sobre las características de estos materiales y el desarrollo de proyectos I+D+i en este campo.

En una primera fase, los residuos son clasificados y se recuperan por un lado los materiales reciclables, como maderas, plásticos y metales, entre otros, y en segundo lugar se obtiene una fracción pétrea limpia lista para su trituración y cribado mediante equipos móviles, que da como resultado un árido reciclado “de gran calidad con excelentes posibilidades para su puesta en el mercado como material de relleno, para pistas y caminos forestales”.

La instalación se completa con un edificio que albergará un aula ambiental, ahora en ejecución, que tendrá como objetivo concienciar a la población en el reciclaje de este tipo de residuos. De este modo, Recso espera poder desarrollar actividades para escolares, así como visitas guiadas a la planta por parte de diferentes colectivos.

RSC

La empresa Recso ha firmado en las últimas fechas diferentes acuerdos en materia de responsabilidad social corporativa (RSC), como el suscrito en diciembre de 2009 con el Ayuntamiento de San Martín de Valvení para fomentar la sostenibilidad, la innovación y la calidad que, dentro de sus planes de actuación forman un papel importante, encaminado principalmente a crear riqueza y mejorar las condiciones de vida en el entorno donde se desarrolla la empresa.

En este sentido, la primera medida adoptada fue la creación de empleo y la contratación de personal del municipio con el objetivo de fijar población. El resto de medidas que se tomarán en coordinación con el consistorio están dirigidas a mejoras en la eficiencia energética, la mejora de la depuración del agua, así como facilitar la recogida y gestión de los residuos y otras actuaciones como el fomento de la cultura y el deporte.

Por último y en materia de I+D+i, la empresa firmó un convenio con la Universidad de Valladolid por el que se asegura de la correcta gestión de escombros que se originen en las obras de infraestructuras promovidas por la institución académica. Asimismo, la UVa, en su tarea de optimizar la gestión medioambiental de recursos, se compromete al empleo de áridos reciclados en sus ubicaciones, siempre que sea técnica y económicamente viable.

Con el objetivo de mejorar la gestión de este tipo de residuos que se producen en la Comunidad y la reutilización de materiales, la empresa vallisoletana prevé iniciar un proyecto de investigación sobre las particularidades constructivas de los edificios de la región.