El norte del Tera mantiene el pulso contra la planta de biometano: manifestación el 4 de mayo en Vega

Los vecinos de Vega de Tera no cejarán en su rechazo al proyecto de construcción de una planta de biometano en la localidad y han convocado un manifestación el próximo 4 de mayo a las doce del mediodía para conseguir que la actuación se descarte.

"No a la planta de biometano en el Valle del Tera. Tenemos que pararlo", dice el cartel de la convocatoria que, junto a los detalles de la concentración para ese día frente al Consistorio, lanza un imperativo: "¡Protejamos nuestros pueblos!"

El movimiento vecinal se ha ido agrandando desde que se tuvo noticia del proyecto y el Ayuntamiento convocó al vecindario para explicar en qué consistía la iniciativa. Así se ha ido extendiendo por las localidades vecinas y ha llegado hasta Camarzana de Tera al sur y hacia Rionegro del Puente al norte. Confían en que el 4 de mayo la manifestación sea contundente.

Entre toda esta corriente movilizada hay vecinos de Vega que viven fuera y vecinos que están pie con pared in situ contra el proyecto, sin portavoces definidos, pero dispuestos a colaborar elaborando comunicados de prensa, haciendo fotografías, hablando con la prensa y comunicándose a través de las redes sociales.

No en vano la concentración "espontánea" del pasado día 30, convocada por redes, logró congregar a varios centenares de vecinos de Vega y de las localidades vecinas. Se armaron "improvidamente" de pancartas.

Desde el encuentro municipal han ido solidificando sus argumentos para oponerse de plano a la actuación. "No vemos la oportunidad de este proyecto", explica una vecina que reside fuera de Vega, introduciendo los motivos de rechazo a la actuación, que han ido desgranando en dos comunicados.

La creación de cinco o seis empleos a cambio de arrendar una finca municipal de monte bajo de 26 hectáreas para una actividad "que traera malos olores y mucho tráfico de camiones, como nos han contado en poblaciones donde ya se ha implantado Capwatt", la empresa portuguesa que promueve la planta, no compensa, defienden, abogando por "proyectos más sostenibles".

Este es un viejo debate al que no es ajena toda la comarca cuando se trata de actuaciones como la presente o similares, y los vecinos no dejan de señalar "la falta de transparencia" del que, a su juicio, el Ayuntamiento ha hecho gala desde el primer momento. Además recuerdan que en Vega de Tera (incluyendo los anejos) solo hay dos explotaciones ganaderas. "Una es de la alcaldesa y estaría próxima a la planta", aduce una vecina sin dejar de advertir un posible interés personal de la regidora en la actuación.

Fuere como fuese, lo cierto es que hace un año representantes de la empresa portuguesa se entrevistaron con numerosos alcaldes de la comarca buscando un emplazamiento para su proyecto. Su oferta consistía en un arrendamiento por justiprecio del terreno rústico, lo que para 26 hectáreas de suelo vendrían a suponer del orden de 1.000 a 2.000 euros de alquiler al mes. En Vega de Tera no ha trascendido cual sería el importe del alquiler.

El Ayuntamiento sí se beneficiaría del Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) en caso de tenerlo. Sería un porcentaje de entre el 1 y el 2% sobre el valor del proyecto, y también en el cobro anual del Impuesto de Actividades Económicas y del Impuesto de Bienes Inmuebles.

La finca municipal en la que en teoría se instalaría Capwatt se encuentra ubicada en el término anejo de Junquera de Tera, según sostienen los vecinos a partir de la información obtenida en la reunión de manera imprecisa. Tiene algo más de 26 hectáreas, pero está compuesta por tres parcelas de diferente uso. Una de unas cuatro hectáres de pasto arbustivo, otra de 2,4 hectáreas de terreno improductivo, y una tercera de 20,12 hectáreas de uso forestal. Esta última se vio afectada por el incendio de hace unos años, por lo que en teoría y en aplicación de la Ley de Montes, no sería posible actuación alguna en plazo de 30 años.

Además, la distancia entre la finca y el núcleo urbano de Junquera de Tera estaría por debajo de los 1.000 metros, en concreto a 875 metros, según las herramientas de medición del Sigpac. A

l suroeste de esta finca, a algo más de un kilómetro, hay una explotación ganadera perfectamente comunicada. La finca, a su vez, está comunicada directamente con la carretera nacional N-525.