El Ayuntamiento de Benavente ha iniciado el procedimiento sancionador contra el propietario de un perro potencialmente peligroso, como “presunto responsable” de varios hechos en contra de la ordenanza municipal de animales de compañía.

La sanción asciende a casi 10.000 euros por la infracción de esta ordenanza en varios de sus artículos y al tratarse, además, de una comisión de infracciones reincidente.

Según se recoge en el expediente incoado por el Ayuntamiento, la Policía Local recibió aviso telemático del servicio de emergencia del 112 comunicando que un perro de la raza Pitbull está suelto en una calle de la ciudad.

Una patrulla efectivamente comprueba este extremo al observar a un perro de la raza Pitbull, sin ninguna persona a su alrededor ni en las inmediaciones que pudiera ser su dueño. Los agentes proceden entonces a capturarlo y trasladarlo hasta las dependencias de la perrera municipal ubicada en Camino Patacorines. Es allí donde se procede a realizar la lectura del microchip y se comprueba que su propietario carece de licencia administrativa obligatoria para la tenencia de perros peligrosos que se otorga por el Ayuntamiento.

Tras identificar al propietario se procede a iniciar expediente sancionador, según recoge, por infringir la ordenanza municipal sobre animales de compañía en tres artículos: el 5, “mantener a los animales en lugares en los que no pueda ejercer sobre los mismos, la adecuada vigilancia; el 12, “la tenencia de animales clasificados como potencialmente peligrosos, requerirá la obtención de licencia administrativa; y el 16, “en las vías públicas los perros irán obligatoriamente sujetos por correa o cadena provistos de bozal cuando la peligrosidad del animal o las circunstancias sanitarias así lo aconsejen”.

La misma ordenanza califica como sanciones “graves” y “muy graves” las infracciones cometidas. De modo que son infracciones graves tanto la tenencia y circulación de animales considerados peligrosos sin las medidas de protección que se determinan como dejarlos sueltos o no haber adoptado las medidas necesarias para evitar su escapada o extravío. A estas infracciones corresponden multas de 300,50 euros a 2.404 euros.

Mientras que son infracciones “muy graves”, tener animales potencialmente peligrosos sin licencia. El importe previsto en la ordenaza para este tipo de infracciones es 2.404 euros a 15.025,30.

En el caso de este vecino existe “reiteración en la comisión de las infracciones”, ya que al denunciado le fueron impuestas sanciones por resolución firme el 15 de diciembre del pasado año por los mismos motivos.

Es por ello que no se le aplica la sanción mínima en cada uno de las infracciones y para las infracciones de carácter grave se cifran cada una de ellas en 1.200 euros, mientras que para la infracción muy grave, la multa se fija en 7.500 euros. Lo que supone un importe total de 9.900 euros de sanción.

Recuerda la administración que en el caso de que el propietario del perro potencialmente peligroso reconozca su responsabilidad y realice el pago voluntario de la multa este importe se reduciría a una sanción económica del 50%, es decir, 4.950 euros.