Los vecinos de San Román del Valle han aprovechado la cuarentena y han puesto en marcha una iniciativa que si algo tiene de importante es la colaboración con la que ha contado en el vecindario. Hace semanas algunos vecinos comenzaron a pintar y decorar piedras que lucen ahora en el recorrido más emblemático de la localidad, la subida al bien cultural del Convento de San Román. "Somos pocos pero todos han colaborado de una u otra manera", explicó Claudia, que ha sido la encargada de disponer casi a diario las piedras que el iban entregando los vecinos en el recorrido que ya luce distinto.

La iniciativa comenzó en plena cuarentena "para ocupar el tiempo" y no ha parado en todas estas semanas. Lo denominan "Camino de la Felicidad" con la intención de que los visitantes, al ver las piedras "seamos más felices". Cada día los vecinos entregan a Claudia distintas piedras decoradas con dibujos llamativos y significativos. Algunas con mensajes simbólicos, haciendo referencia a familiares ya fallecidos; otras con dibujos de personajes de cuentos; no faltan las piedras convertidas en mariquitas o mariposas; hay mensajes para todos los gustos y refranes también. "Cuando me las entregan yo les doy una capa de laca de uñas porque así se mantiene la pintura aunque llueva y es de la manera que se conservan mejor los diseños", explicó Claudia que agradece la labor de los vecinos y hace especial mención a Josefina "que ha hecho muchos diseños, y además se le da bien".

El pueblo pretende así crear una llamativo reclamo para los visitantes que pueden hacer más entretenida su visita a la zona del convento donde ya se disponen más de 130 piedras decoradas.