El alcalde de Benavente calificó ayer de "deleznable" la conducta del Partido Popular al cuestionar la política laboral del equipo de Gobierno tras un requerimiento de la Inspección de Trabajo sobre el parque de bomberos de Benavente, cuyo origen tiene que ver con dos "contrataciones realizadas por el anterior equipo de Gobierno" y tras el que, según Luciano Huerga, se esconde la mano del PP.

Huerga acusó a los populares de comportarse como un "pirómano patológico al prender el fuego, avivarlo con gasolina y luego pedir explicaciones" por lo ocurrido. "El PP pretende utilizar a la Inspección de Trabajo como arma política responsabilizando al equipo de gobierno de situaciones que crearon ellos", explicó tras mostrar una petición de documentación firmada por el concejal del PP Manuel Vega sobre las nóminas y horas de trabajo de los bomberos, y una comunicación escrita de la Inspección de Trabajo formulada en término similares al Ayuntamiento tres días después.

"Trabajo nos pide 72 hora después la misma documentación que pide Manuel Vega", recalcó Huerga. "No creo en las casualidades", añadió y tras citar como antecedentes los casos del CO2 en las piscinas o la denuncia del amianto en la caseta del guardagujas, aseveró que el PP pretende "mantener un sistema perverso que instauraron en sus años de gobierno de forma ilegal" porque "este equipo de Gobierno intenta crear un sistema legal funcionarizando el servicio de bomberos tal y como establece la normativa". "¿Cómo puede explicar el PP que nos pidan desde el Consorcio que no funcionaricemos cuando la Diputación lo está haciendo, para que se perpetúe el sistema de laborales cuando saben que es ilegal".

La explicación a esta situación tiene que ver con "intereses personales" del PP y en concreto "los intereses familiares y el "yernismo"" de un edil popular al que no le preocupan el interés general de los benaventanos. "Ningún concejal del PSOE ni de IU, tiene ningún familiar directo contratado en esos servicios. El PP sí".

Huerga, que ha acusado también a los populares de "radicalizarse hasta la extrema derecha", cree que están actuando sistemáticamente como un "tahúr" que juega "con las carta marcadas".