El municipio de Santa María de la Vega está dispuesto a solventar uno de los problemas acuciantes en la localidad cuando se producen abundantes precipitaciones lluviosas. El Ayuntamiento ha proyectado la construcción de una nueva fosa séptica, así como la instalación de un colector.

Con la iniciativa municipal, que viene siendo demandada desde hace años por los vecinos afectados, se pretende evitar que el agua del río Eria retroceda por las viejas conducciones hasta llegar al pueblo dejando verdaderas balsas de agua por las calles más bajas del Barrio más ribereño.

Las calles Madrigón, Travesía del Madrigón y la del Molino o travesía son las vías más afectadas por las aguas dejando en ocasiones estampas a las que los vecinos ya se han acostumbrado. Algunas de las tapas de los registros de pluviales que hay instaladas por las calles se levantan con el retroceso del agua dejando grandes balsas en toda la zona. Una circunstancia que algunos vecinos auguran como origen de humedades en las viviendas, como relataba ayer alguno de ellos.

Algunas de las tapas de los pozos de registro que se encuentran instalados a lo largo del trayecto del camino que prolonga la calle Madrigón hasta la zona ribereña del río Eria se han visto afectadas por las aguas que llegan hasta las casas.

La intervención de las obras de saneamiento que se elevan a una cantidad que supera los 90.000 euros se llevará a cabo en dos fases. Una primera asciende a 45.000 euros, según confirmó la alcaldesa María Josefa Fuente Blanco aduciendo a la necesidad de esta actuación que anega la parte baja del pueblo con ocasión de tormentas o crecidas del cauce del Eria.

Los trabajos consistirán en la construcción de la fosa séptica y el nuevo colector desde la calle Madrigón. La construcción con vasos específicos para la decantación de sólidos gruesos permitiendo que la evacuación de residuales llegue hasta el cauce del río Eria con una óptima filtración habiendo perdido el agua su poder contaminante. A la par, se instalan compuertas para evitar el retroceso del agua del río en el caso de potenciales avenidas.

La construcción de la miniplanta de evacuación de residuales se proyecta junto a la antigua fosa de decantación construida hace décadas.