Siete localidades con sus respectivos toros llenaron el programa de exhibiciones en la mañana del domingo, 6 de julio, dentro del XI Congreso de Toros de Cuerda celebrado en Benavente, que se clausuró sin ningún herido por asta de toro.

Sí hubo sin embargo en la jornada de ayer siete heridos leves y un hombre cogido por el toro destinado a Lodosa (municipio donde el año que viene tendrá lugar este evento). El hombre, de 76 años, se encontraba frente a la puerta del toril por donde suele salir el enmaromado de Benavente y fue volteado por el animal. Sin poder moverse del suelo, fue socorrido por los corredores y miembros de la organización y llevado hasta uno de los puntos de asistencia del recorrido en una camilla. Presentaba fractura de cadera y herida incisiva en la frente, por lo que fue evacuado al Hospital de León para ser operado de la cadera y descartar lesiones más graves en la cabeza. Otro joven varón también presentaba un posible esguince de rodilla.

Los otros seis heridos sufrieron traumatismos por caídas o heridas por rozaduras, entre ellos, un conocido fotógrafo benaventano que pudo salir de las patas del animal por su propio pie.

Las contusiones de menor importancia rondaban la veintena, según fuentes de este periódico.

Desde la Policía Local aseguran que la presencia de menores de edad durante el recorrido fue algo "esporádico" y que hubo que llamar la atención a dos personas ebrias que se encontraban dentro del vallado, pero que salieron tras la "educada alerta" de los agentes.

Muestra de variedad

Las exhibiciones sirvieron para mostrar que no todos los festejos de toros con cuerda son igual que el que se celebra en Benavente. Cambia la forma en que los astados deciden qué dirección tomar, el uso de varias maromas o sogas, así como la inclusión de complementos en el toro.

El municipio de Ontenient (Valencia) pone al astado bolas en los pitones, algo que realizaron en plena calle. Amposta (Tarragona) utiliza dos sogas demostrando un juego de maromas. Grazalema y Lodosa destacan por dejar libre al toro y Chiva va acortando maroma durante el recorrido. Además, se pudo ver peculiaridades como la salida de dos toros con unos minutos de diferencia que se encontraron en el tramo de la calle Candil con la plaza de la Madera. Compartían tradición las localidades jiennenses de Beas de Segura y Arroyo de Ojanco y por eso sus exhibiciones se hicieron juntas, ya que los astados fueron "cascados", es decir, que se les colgaron cascabeles.