El caudal de los ríos y arroyos de la comarca de los valles benaventanos creció en la tarde de ayer, incluido el Tera , según confirmó a este diario la subdelegada del Gobierno, Pilar de la Higuera. La responsable del Gobierno en la provincia se mostró preocupada por el incremento de caudal del arroyo Almucera. El río Orbigo llegó a alcanzar por la tarde un nivel de 224 metros cúbicos por segundo con tendencia al alza, un índice que supera ya el nivel de alerta, cifrado en 117 metros cúbicos por segundo. La situación de alarma se encuentra en los 295 metros cúbicos por segundo. El cauce del Tera arrojaba ayer por la mañana 245 metros cúbicos por segundo, con una tendencia a alza. El río Eria sigue anegando las riberas con un ligero ascenso de nivel de caudal.

Durante toda la jornada de ayer, al igual que las precedentes, tanto el Esla, Orbigo, Tera y los arroyos y regatos que discurren por la comarca de los valles benaventanos estaban siendo objeto permanente de vigilancia y control por agentes de la Guardia Civil, servicio de vigilancia de la Confederación Hidrográfica del Duero, Protección Civil, asi como los retenes de guardia del Servicio de Fomento de la Junta y de la Diputación supervisando el estado de las carreteras. Precisamente la proliferación de balsas puntuales ha motivado las constantes advertencias a los conductores para extremar la circulación. Una de las calzadas con una mayor proliferación de balsas durante la jornada de ayer fue la autonómica ZA-110 de Camarzana a La Bañeza, en el término de Camarzana, sobre todo en el acceso a la autovía A-52. Otro tanto en la también autonómica ZA-105 desde Pumarejo a Ferreras, así como entre Uña de Quintana y San Pedro de Ceque. Similar situación se presentó en la carretera ZA-1510 en Granucillo de Vidriales que tuvo que ser cortada al tráfico a partir de las 15,20 horas debido al desbordamiento del arroyo del Almucera. Esta vía junto a la de Pumarejo a Calzadilla y la de Fuente Encalada a Villageriz son las tres carreteras de la comarca que tienen interrumpida la circulación.

Las rachas de viento fueron muy fuertes. La Agencia de Protección Civil que ha declarado la alerta por fenómenos metereológicos adversos durante todo el fin de semana. La preocupación de vecinos y alcaldes de la comarca se hacía ayer patente ante el ascenso de nivel de las aguas y, más aún, ante las previsibles precipitaciones de esta jornada.

Al contrario que en el resto de la comarca, las aguas volvieron a su cauce en Benavente y el nivel de los ríos a su paso por la ciudad se mantenía en unos límites adecuados que en ningún momento supusieron peligro de desborde o inundaciones, aunque se mantiene la alerta por la persistencia de las lluvias. El problema de la depuradora se solucionó a última hora del viernes y ayer todos los depósitos se encontraban al 100% de su capacidad gracias a la captación de agua del Órbigo, cuyo Caudal a su paso por Cebrones era de 203 metros cúbicos a las 9 de la mañana, menos de la mitad que un día antes. A última hora de ayer la única preocupación en la ciudad eran las previsiones generales de rachas de viento de hasta 100 km/h para la medianoche.

La temida «tormenta perfecta» prevista para la jornada de ayer no hizo su aparición durante el día, aunque a primera hora de la tarde el viento soplaba con fuerza, lejos, eso sí, de los pronósticos que obligaron al Ayuntamiento a crear un dispositivo especial por la alerta.