Comediante, en el purgatorio de los enmaromados de Benavente (y no por su culpa)

Comediante, el Jandilla de Zalduendo, rozó el paraíso terrestre de los enmaromados, pero terminó en el purgatorio, que diría el poeta. No fue culpa suya que el cielo de la Divina Comedia del festejo benaventano le quedara lejos.

Un sol de justicia, con 32 grados cayendo a plomo y de plano en la tarde benaventana y un recorrido de exigencia monumental, son capaces de agotar a todas las castas fundacionales patrias del toro de lidia, incluyendo la extinta Jijona.

El burel, bravo y noble, porfió en el empeño que cada año exige Benavente de los enmaromados, pero hubo que ayudarlo. Esta viene siendo la tónica habitual desde hace tiempo. La mayoría de los toros no completa el recorrido. Simplemente no pueden. El itinerario se acorta para que la montaña vaya a Mahoma.

Lejos quedan los toros que pagaba el pueblo llano a voluntarioso escote y no costaban un dineral. Astados de ganaderías de segunda o tercera, con algún defectillo, que daban vueltas a un itinerario aún más largo, con bajada al río incluida, y daban juego para regusto de un pueblo sin masificar que corría en zapatillas de esparto y se asomaba a las ventanas de sus casas a ver pasar la carrera.

Comediante, como sus antecesores, hizo lo que pudo y tal vez sería conveniente reflexionar si no cabría valorar un recorrido más corto para no defraudar a un tercio de público que mayormente y casi año tras año se queda sin ver ni un atisbo de sombra del morlaco de turno, sea cual sea su encaste. Las excepciones son mínimas.

De cualquier modo, puso Comediante de su parte en escena, a veces con peligro, pero llevando, en el primer tercio de la carrera la diversión a los corredores de un festejo que es tan multitudinario desde hace tiempo que produce la impresión de ser atosigante.

Al parecer un dron intruso que sobrevolaba la zona sin autorización y fue detectado por la Guardia Civil, según el concejal de Fiestas, motivó un retraso de diez minutos en la salida, lo que motivó silbidos del respetable. Hacía décadas que un enmaromado no era puntual. Daba el reloj las ocho menos veinte cuando Comediante pisó la arena, y lo hizo dando un susto de órdago a los receptores del toril con caída incluida. No hubo heridos por asta, sin embargo.

Comediante hizo una carrera briosa hasta el comienzo de la Rúa y afrontó el tramo más noble al trote, pero en la Plaza de la Madera, tras la primera argolla, perdió fuelle. Luego todo fueron parones y arremetidas. Aun así, superó los tramos complicados de Sancti Espíritu -con derrotes peligrosos por la confianza del público-, San Martín, La Sinoga, y la Cuesta del Río, y pudo enfilar al trote la calle de los Carros con holgura y dando brillo a las últimas carreras.

Los signos de cansancio, visibles en el animal, siempre avisan de la conveniencia de acortar el recorrido. Así que un año más el enmaromado no completó la calle de los Carros ni entró en Santa Clara. El recorrido se atajó hasta la plazuela de Los Leones y de allí, tras un compás de descanso, por la calle del Agujero hasta el fin del trayecto, en el edificio administrativo de El Ferial. Comediante entró por la puerta del matadero a base de capotazos del director de lidia, a las 20.37 de la tarde. Descontando el retraso de la salida, hizo la versión más corta del recorrido en algo menos de una hora.

La gran noticia de este Comediante es que su representación en el proscenio benaventano no dejó ninguna derivada trágica. El balance de heridos fue de cuatro personas: dos traumatismos craneoencefálicos y dos contusionados en extremidades, todos ellos leves.

Al sonar la bomba que daba por terminada la carrera, el concejal de Fiestas, Alberto Lorenzo, pidió disculpas por el retraso en la salida que achacó al dron intruso y se lamentó de no haber hecho la carrera. También pidió sensatez al público. La alcaldesa, Beatriz Asensio, aseveró que hace tiempo que los enmaromados completan un recorrido más corto y adujo que recordara, este su primer enmaromado como regidora.

Lo cierto es que no caben reproches para este Comediante: en su función teatral en Benavente cumplió con su papel hasta donde le llegó la fuerza, que no es poco.

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