UPA Zamora ha mantenido hoy una reunión con la delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, Clara San Damián. La organización profesional agraria pretende recabar la ayuda de los responsables políticos para "frenar las campañas de desprestigio de la actividad agrícola y ganadera, a la que se achacan todos los males medioambientales cuando no es cierto".

Por eso, la organización explicó que de las emisiones de contaminación a la atmósfera solo el 10% proceden del sector agropecuario y la producción de alimentos, mientras que el otro 90% lo genera el tráfico, la producción energética y otras actividades que nada tienen que ver con el campo: "el ejemplo lo vemos en la contaminación de las grandes ciudades y no con las vacas de Aliste o las ovejas de Campos", apostillan. Desde UPA reclamaron el apoyo de San Damián al mensaje de "pedir respeto a los que facilitamos la alimentación de la sociedad".

Por otro lado, la organización reclamó también el apoyo de la delegada con el "problema grave" para el sector que supone la "sobrepoblación de fauna salvaje", en tres vertientes: como causa de accidentes de tráfico (casi tres siniestros provocados por animales silvestres cada día en la provincia de Zamora), como transmisores de enfermedades a la cabaña ganadera, con los gastos que eso supone para los propios ganaderos y la Administración regional, y por último, como causante de daños directos al ganado y los cultivos. La organización considera que este apoyo debe traducirse "en conseguir unas normas más flexibles para el control poblacional de la fauna mediante la caza".

Por último, UPA Zamora explicó también a la delegada la situación actual de la ganadería, las explotaciones necesitan un tamaño considerable para que los ingresos sean suficientes para que una sola familia pueda vivir de ella, y como tal deben considerarse como explotaciones familiares.

El encuentro sirvió además para trasladar la posición de UPA con respecto a recabar una priorización en las normas de la PAC a los agricultores y ganaderos titulares de explotaciones familiares a la hora de afrontar la próxima reforma, y la necesidad de normativas que faciliten la regulación y distribución del valor de los productos agrarios al "eslabón más débil" de la cadena, los agricultores y ganaderos. Que los precios garanticen una rentabilidad.