La reconversión y reestructuración del viñedo recibió 90,6 millones de euros en los últimos 14 años, desde que se pusieron en marcha estos planes para elevar la superficie de viñas de calidad. La Consejería de Agricultura y Ganadería gestiona estas ayudas procedentes de la Unión Europea en el marco de la OCM del Vino, que han permitido primar la reestructuración de 15.500 hectáreas dentro de las figuras de calidad, que ha beneficiado a 6.555 viticultores con derechos.

El director general de Producción Agropecuaria y Desarrollo Rural, Jesús Gómez, destacó que gracias a estos planes se ha conseguido reestructurar casi el 20 por ciento de toda la superficie de viñedo regional, que alcanza las 75.000 hectáreas.

Esto quiere decir que si aproximadamente 38.000 hectáreas estaban hace 14 años dentro de alguna denominación de origen o formaba parte de la v.c.p.r.d. Castilla y León (Vinos de Calidad Producidos en una Región Determinada), ahora la cifra alcanza las 65.266 hectáreas, el 87 por ciento. "El objetivo fundamental, que era buscar la mejora de la calidad de nuestros vinos, se ha conseguido con esta política. Es una apuesta por la calidad y hemos tenido una evolución muy importante", remarcó Gómez. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en el año 2000 la Comunidad contaba con cinco denominación de origen -las tradicionales de Ribera de Duero, Rueda, Cigales, Toro y Bierzo- más la v.c.p.r.d., frente a las 12 actuales, con lo que la superficie de calidad también se ha incrementado en esta línea. No obstante, la Junta argumentó que el reconocimiento de las nuevas figuras de calidad se debió al trabajo de reestructuración de viñedos.