-En todo este tiempo que la asociación lleva en marcha, ¿se ha logrado dar visibilidad al autismo en la sociedad?

-Sobre todo hemos podido ofrecer cada vez hacemos más actividades y somos más socios. Además, realizamos más campañas de sensibilización y formación, sobre todo para profesionales como psiquiatras, pediatras o personal de urgencias, además del área de educación.

-¿Cuáles son los falsos mitos que hay que desterrar todavía alrededor del trastorno del autismo?

-Normalmente cuando se habla del autismo la gente piensa en niños que no van a hablar, ni dejarse dar un abrazo o un beso, que no tienen sentimientos y que están en su mundo. Pero sí se comunican, aunque no siempre en la forma convencional que tenemos el resto. Puede que no sea un lenguaje verbal y que tengan un sistema comunicativo alternativo.

-¿Cuántas familias componen la asociación?

-Treinta, aunque tenemos también un pequeño número con hijos que no tienen autismo pero que moralmente estamos obligados a ayudarles y que ellos se beneficien de nuestras actividades.