Tras varios años fabricando su propia cerveza en casa, Otilio Pascual decidió dar el salto y empezar a comercializar una de las pocas marcas que existen en Zamora. El emprendedor decidió así evolucionar y comenzar a vivir de una de sus grandes aficiones. A la fabricación de cerveza se suma una tienda de bebidas "premium" ubicada en la calle Villalpando de la capital, donde los consumidores pueden encontrar desde la Cuza a otras marcas no tan comerciales como las más conocidas pero "con un sabor especial".

Por partes, Pascual, que tiene 31 años, regenta la tienda desde noviembre del año 2013 y comercializa su cerveza desde hace menos de un año. "Comenzamos a venderla a mediados de julio del año pasado", asegura. La fabricación no se realiza en Zamora sino en Villanueva de la Serena, un pueblo de la provincia de Badajoz. "Somos de los llamados "gypsy brewers" o cerveceros nómadas, personas que no tenemos una propia fábrica porque no podemos soportar los costes y producimos en instalaciones que ya están en funcionamiento, lo que en ocasiones nos obliga a cambiar".

El joven emprendedor toma la decisión de dedicarse a este "complicado mundo" tras varios años en otro puesto de trabajo, "aunque yo ya pensaba que lo que quería hacer era esto". Tras realizar un curso de Formación Profesional relacionado con el ramo, que le capacitaba para trabajar en bodegas o almazaras, "monté la tienda y empecé a pensar seriamente lo de hacer mi propia marca de cervezas". Hubo también una parte importante de formación autodidacta. "En casa, por Internet, acudiendo a catas de cerveza e intentando conocer los detalles del mundillo".

El trabajo es, por tanto, doble. Primero "hay que mantener la tienda para que sea atractiva para el consumidor", asevera Pascual, pero tampoco puedo descuidar la producción. En su primer año de vida Cuza ha conseguido comercializar aproximadamente 6.000 litros de bebida, "una buena marca teniendo en cuenta lo complicado que es entrar en este tipo de mercado".

Para promocionar la cerveza "ha sido necesario mucho trabajo, sobre todo por los bares, para dar a conocer la marca e intentar que la incluyan en sus cartas". En la tienda "tiene también un buen tirón porque los zamoranos luchan por los productos de su tierra y este es uno de ellos", asegura el emprendedor.

"Es importante", asegura Pascual, "tener una buena predisposición a probar cosas nuevas". Máxime cuando se trata de un producto "que no puede ni quiere competir con las marcas tradicionales de cerveza, un producto que no es el típico que pedir en un bar antes de comer para acompañar una tapa". En este sentido "las cervezas de este estilo, que se salen de la tónica general, son más para degustar, para tomar después del trabajo. Nosotros competiríamos más con una copa que con una cerveza al uso". Por lo referente al futuro, "buenas expectativas". Con un nicho de mercado "que estamos consolidando, aspiramos a seguir creciendo y a colaborar a que, entre todos, Zamora tenga actividad empresarial y más trabajo".