Una cueva con una ambientación roja donde pueden contemplarse las figuras de un demonio con un ángel expulsándolo y dos músicos integran el infierno que estrena el belén napolitano de la seo que ayer bendijo el deán, Juan González. La inclusión del mal debajo del Misterio, que sin duda sorprenderá a los niños, "es una costumbre de esta modalidad de nacimientos y esperamos que guste", indica Tomás Fernández, presidente de la Asociación Amigos de la Catedral, colectivo que auspicia el montaje desde hace más de un lustro.

La propuesta también cuenta con la peculiaridad de que el Niño se encuentra en brazos del San José. "Nos pareció interesante reivindicar a San José que en este belén es una pieza excelente", detalla el belenista Indalecio Álvarez Gutiérrez que ha liderado el equipo de unas diez personas que han trabajado en esta construcción. Además este año la estrella, que habitualmente está sobre el portal, está ubicada al lado de la puerta de acceso al máximo templo diocesano desde el claustro, de tal manera que "anuncia al visitante la presencia del belén en el templo", detalla Tomás Fernández. La escenografía, que ocupa unos 40 metros cuadrados en el trascoro, se basa en una montaña "siguiendo la tradición de los belenes napolitanos". Entre los espacios creados figuran una doble anunciación, una a los pastores y otra al pueblo; a su lado los vendedores y un grupo de músicos que enlazan con el cortejo real más próximo que otras ocasiones al Misterio, que aparece en una gruta rodeado de ángeles. Además en varias de las esquinas han situado dos parejas, en la próxima a la capilla del Cristo de las Injurias, una de hojalateros; y en la más cercana a la de San Nicolás, unos pastores durmiendo.

El proceso de creación comenzó con la instalación de la estructura de unos 40 metros cuadrados hace varios días. Sobre ella situaron palés, a fin de conseguir la altura de las montañas, que forraron de alcornoque natural. "Cada uno de los huecos los hemos rellenado con papeles y tapado luego con musgo muy mojado para que se adhiera bien", detalla el belenista que luego situó las piezas venidas desde Italia.

"Para la asociación seguir montando este belén año tras año es una gran satisfacción. Queremos que los zamoranos vengan a ver el nacimiento y que descubran la Catedral como símbolo de la ciudad y como cabeza de la Iglesia", menciona Tomás Fernández.

El belén es visitable hasta el 6 de enero, de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas, excepto las jornadas del 22, 24, 29 y 31 de diciembre así como el 5 de enero que cerrará a las 19.00 horas. Además los domingos y festivos las tardes abrirá hasta a las 21.00 horas.