Los alojamientos de turismo rural de Zamora han perdido 111 plazas en un solo año, reflejo de la mala racha por la que atraviesa el sector, con caídas tanto en la cifra de viajeros como de pernoctaciones. El Instituto Nacional de Estadística publicaba ayer el dato de septiembre que completa ya los principales meses del año para el turismo rural. Y el periodo entre enero y septiembre de este año ha sido bastante peor que el mismo del año pasado. Si en ese periodo 2013 fueron 34.864 las personas que se habían alojado en establecimientos de turismo rural de la provincia, los nueve primeros meses de este año se saldan con 32.158. Es decir, 2.706 menos. Y algo similar ocurre con las pernoctaciones, es decir, las noches que permanecen los turistas en los alojamientos rurales. Si en los primeros nueve meses de 2013 fueron 86.357, un año más tarde se quedaban en poco más de 82.000, con una caída neta de 4.267.

Los descensos se dan tanto entre los turistas españoles como extranjeros, aunque son los primeros los que suponen el grueso de la clientela. Así, con datos hasta el mes de septiembre se habían alojado en establecimientos de turismo rural de la provincia 30.264 españoles frente a tan solo 1.894 extranjeros. Y las pernoctaciones están ajustadas a esas proporciones, con 75.556 de ciudadanos con nacionalidad española frente a 6.534 de forasteros.

El descenso en la cifra de negocio se ha dejado sentir intensamente en muchos parámetros, como el descenso de plazas, pero no en otros, ya que el número de establecimientos ha bajado algo, pero muy poco (pasan de 212 a 208, sólo cuatro menos) y la cifra de empleos del sector se mantiene en 311 trabajadores, exactamente los mismos que había en septiembre del año pasado. El grado de ocupación baja, sin embargo del 12,79% al 9,97% durante todo el año, mientras los fines de semana pasa del 22,98 al 17,98%. El índice de ocupación por habitación baja del 145,38 al 13,93%.

Frente a la tendencia experimentada en Zamora, en el conjunto del país se observa ya un repunte de turistas que opta por los alojamientos rurales. Las cifras de los meses de primavera y sobre todo los dos centrales del verano, julio y agosto, son las que más influyen a la hora de hacer balance en el turismo rural de la provincia.