Si algún estilo arquitectónico atrae visitantes a Zamora ese es el románico, al que pertenecen los principales templos de la ciudad. Pero la capital zamorana goza también de notables ejemplos de arquitectura modernista y un buen puñado de edificios notables de la moderna de mediados del siglo XX. Sin embargo, la arquitectura contemporánea atrae hasta la ciudad a numerosos grupos de estudiosos y estudiantes, que encuentran en Zamora ejemplos de las nuevas tendencias en edificios de arquitectura de vanguardia, levantados por arquitectos reconocidos en su profesión. Este pasado fin de semana han sido 60 alumnos del primer curso de la Escuela de Arquitectura de San Sebastián los que se han acercado hasta Zamora, para conocer tres de estos inmuebles: la restauración del Castillo, la reconversión que lo que fue fábrica de la luz y luego Vinícola en hotel, ambas obras del arquitecto zamorano Francisco Somoza y el Museo Provincial, un trabajo de Tuñón y Mansilla.

El director de la Escuela, Juanjo Arrizabalaga, relata que no es la primera vez que se acerca a Zamora con un grupo de alumnos. "Aquí se ha hecho una arquitectura de bastatne nivel y se ha sabido adaptar sobre el territorio. En rehabilitaciones Zamora es un sitio señalado". Arrizabalaga destaca ejemplos como los que han visto el fin de semana, junto con otros, como la Fundación Rei Afonso Henriques. "Todas ellas son obras con bastante sensibilidad en la intervención. Se han hecho cosas muy acertadas y es un privilegio que nos las puedan contar algunos de los arquitectos que las han hecho, como puede ser Paco Somoza". Más que muchos medios, lo que importa es "la ocurrencia" para conjungar lo nuevo y lo viejo.