«Uno de los problemas que tenemos hoy día es que las bodegas hacemos vinos para críticos, muy complejos, muy pesados, muy estructurados, pero realmente como está bueno un vino es comiendo y disfrutando de él, que se beba fácil». Es una de las reflexiones de José Hidalgo Torres, enólogo, doctor ingeniero agrónomo responsable de la bodega Casa Maguila, puesta en marcha en Venialbo por el empresario Jesús Peña Rodríguez, que ayer se presentaba en el CLUB LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA que dirige Carmen Ferreras. «Consideramos que Toro es la Denominación de Origen de España que ahora mismo tiene más potencial de crecimiento y que tiene un más largo recorrido por andar todavía. Quintando las tres grandes "R", Ribera, Rueda y Rioja, Toro es la que nos parece a nosotros que más pronto va a despegar y va a dar el salto que todos esperamos que tiene que dar por su calidad», explica Peña, para justificar la elección de esta zona para instalar su bodega. «En Venialbo hemos hecho una bodeguita pequeña, de 300 metros cuadrados, con una capacidad máxima de cien mil kilos de uva de producción, prácticamente toda ella con depósitos de hormigón in situ, apoyados con auxiliares de acero inoxidable y muy pensada para la elaboración de vinos de muy alta calidad. Tiene que elaborar la materia prima que nos dan los viñedos centenarios que hemos ido adquiriendo a lo largo de estos años».

El enólogo José Hidalgo Torres, amigo personal del propietario de la bodega un profesional con amplia experiencia y preparación técnica, explica que desde primavera tienen en el mercado una marca, «un semicrianza con seis meses de barrica que se llama "Cachito", porque a Jesús le gustan mucho los boleros y les va a poner a los vinos los nombres de estas piezas. Y estamos a punto de sacar otro, que quizás se llame "Desidia", que es un vino más serio». «Cachito», dice su creador, «es un tinto de Toro de semimaceración carbónica y seis meses de barrica. Es un vino curioso, porque tiene el alma de los vinos de Toro, pero también fruta, es fácil de beber, pero al mismo tiempo es complejo». La idea es dar a la gente un vino con el que pueda disfrutar, pero al mismo tiempo tenga calidad. Esperan, desde luego, haberlo conseguido.