La sentencia da la razón al miembro de la Policía Nacional que se percibió desobediencia y una falta de respeto del ciudadano L. F., que deberá indemnizarle con el pago de 2.000 euros. Asimismo, este vecino estará obligado a pagar una multa de seis euros diarios durante 60 días (360 euros) y deberá correr con las costas del juicio, según dio a conocer ayer el concejal Francisco Javier González, antiguo responsable del cuerpo en el Ayuntamiento.

La sentencia está en consonancia con la petición del fiscal, quien exigió al juez la citada indemnización por los «daños morales» causados al agente por parte de L. F. a través de las declaraciones públicas realizadas en los medios de comunicación, en las que este vecino aseguró que el policía le había «amenazado» y que había tenido «un comportamiento chulesco» hacia él tras ponerle una multa.

Por su parte, L. F. defendió la citada «actitud chulesca» del miembro de la Policía Municipal vino al comunicarle la sanción por aparcar en un lugar prohibido cuando estaba ayudando a sofocar un incendio producido en el barrio de San Frontis, el pasado mes de julio.

Con este fallo se atiende la petición de la acusación, algo que ha causado «satisfacción» entre el cuerpo y el propio Ayuntamiento. «Era lo que presumíamos y lo que ya sabíamos tras escuchar la versión del agente de la Policía Municipal», asevera González.

En las declaraciones reflejadas por los medios, L. F. afirmó que iba a denunciar al agente por «amenazas», ya que le dijo «que sabía cuál era mi furgoneta y que tuviera mucho cuidado a partir de ahora» y «por no estar capacitado para desarrollar su trabajo al servicio de los ciudadanos». De acuerdo a sus declaraciones, el funcionario público, cuando le explicó porqué había aparcado su vehículo en zona prohibida, le habría espetado que «no era su problema, que por él como si se quemaba mi casa entera, que no me quitaría la sanción bajo ningún concepto».