Su juventud no impide a la músico zamorana Laura Delgado tener las cosas muy claras. Su intención: dedicarse a la música en cuerpo y alma, una afición convertida en vocación que ya le ha dado los primeros frutos.

-Con tan solo 18 años son ya varios los premios que figuran en su currículum, incluso uno internacional, ¿de dónde viene esa pasión por el violín?

-Llevo tocando el violín desde los cuatro años influenciada por mi padre, que es muy aficionado a este instrumento y desde entonces he ido poco a poco aficionándome más a la música.

-¿Qué trayectoria le ha llevado a donde está ahora?

-Primero entré en la Escuela de Música para aprender solfeo y violín, y luego al Conservatorio, donde he estado todos los niveles con el profesor Jesús Ramos, al que le debo mucho de lo que se y de lo que he conseguido. Luego, durante tres años consecutivos me eligieron para participar en un curso de verano en Córdoba, donde se trabaja, entre otras cosas la música de cámara. Estuve también en la Joven Orquesta de Castilla y León durante cuatro años y el año pasado gané el primer premio de interpretación en Palencia de un certamen a nivel regional, y gracias a ello he tocado como solista en Palencia. Las dos últimas alegrías han sido el segundo premio y el premio de música española en el concurso internacional «Violines por la paz», en Jaén, donde fui la única española en los primeros puestos y hace poco, en el mes de abril me han seleccionado para estudiar en la Escuela Superior de Música Reina Sofía de Madrid, que es de lo mejor a lo que puedes aspirar en España y en toda Europa. Es un orgullo y una gran oportunidad.

-Premios y concursos que no han influido para dejar atrás los estudios, porque ha obtenido una matrícula de honor en Bachillerato.

-Sí, la verdad es que estoy muy contenta, da tiempo a todo si te organizas. Dedicarse a la música es muy exigente y sí he tenido que renunciar a muchos viajes, como el de fin de curso, porque supone perder mucho tiempo, pero no me arrepiento porque me merece la pena. Se puede compaginar el instituto, salir por ahí con mis amigas y tocar un instrumento. Aunque igual no he salido tanto como otras personas, no por estudiar música tienes que estar recluido en casa todo el día.

-El curso que viene ingresará en la Escuela Reina Sofía de Madrid, ¿tiene claro dedicarse por entero a la música?

-Sí, lo tengo claro. Además, la música es muy exigente, y no se puede compaginar con otras tareas, hay gente que lo intenta, pero es difícil y requiere mucho tiempo. Entrar en la Escuela Reina Sofía es una oportunidad inmejorable, porque los profesores que hay son de lo mejor de Europa, maestros que son figuras solistas internacionales, y aunque no obtienes ningún título oficial por pasar por ella, el prestigio y el nivel es muy alto.

-Además del Conservatorio, también acude dos veces al mes a Avilés para perfeccionar con un profesor ruso. ¿Merece la pena el esfuerzo?

-Sí merece la pena, habrá gente que no lo entienda, pero de otra manera no sé si habría alcanzado el nivel que tengo ahora. Lo cierto es que podría tocar bien mucha más gente de la que toca, pero hay que esforzarse y renunciar a ciertas cosas. Cuando tienes que estudiar violín u otros instrumentos no hay vacaciones. Un día sí puedes dejar de tocar, pero no más, porque se pierde mucho. Es algo en lo nunca se deja de aprender y nunca se deja de estudiar, y hay gente que no está dispuesta a hacer ese sacrificio. Mi profesor, Lev Chistyakov, me ha enseñado mucho y ha sido el que me ha animado a presentarme a concursos por toda España, le estoy muy agradecida.

-¿Se valora en España la figura del músico?

-No se valora a los músicos como a otros profesionales. En otros países de Europa sí, están mejor pagado, se les cuida más, y también, claro, hay más nivel.

Zamora, 1993

Laura Delgado posee, pese a su juventud un dilatado currículum de logros en el mundo de la música, una trayectoria que comienza con tan solo cuatro años. Hoy, tras su paso por la Escuela de Música, el Conservatorio de la capital, la Joven Orquesta de Castilla y León y las lecciones de Lev Chistyakov, afronta con ilusión su nueva etapa en la prestigiosa Escuela Superior de Música Reina Sofía de Madrid. Entre otros galardones, tiene el segundo premio en el certamen internacional «Violines por la paz».